COSAS DE MUSAS
Tengo mi mente tan en
blanco como esta página que empiezo a llenar de letras, no tengo
pensado nada sobre lo que escribir ni sobre lo que hablar, es difícil
marcarse un objetivo y tratar de cumplirlo, cuando se carecen de
ideas, pensamientos, o la musa no aparece por ningún lado para
inspirarte, porque posiblemente aún sigue de vacaciones, la
dejaremos que siga disfrutando de sus vacaciones reglamentarias a las
que también tiene derecho.
Posiblemente cuando
aparezca, vendrá traumatizada, deprimida con estress y sin ganas de
incorporarse a sus tareas o quizás venga eufórica, con nuevos
bríos y nuevas metas por alcanzar y deseosa de contar a tod@s sus
amig@s lo bien que se lo ha pasado y todo lo que ha disfrutado con
es@s nuev@s
amig@s que se ha echado en la playa donde
ha estado veraneando.
Espero que haya recargado
sus pilas suficientemente, porque el trabajo que la espera puede ser
lo bastante agotador y se me puede desinflar en quince días, alegará
que se encuentra deprimida o con el síndrome postvacacional y
tratará de ampliar sus vacaciones otros quince días más, cosa que
no estoy dispuesto a consentir.
Las musas son así, si te
llevas bien con ellas pueden inspirarte nuevas ideas, nuevos
pensamientos o hacer volar tu imaginación hacia esos lugares
paradisíacos donde tanto han disfrutado, comiendo, bebiendo,
bailando o follando.
Aunque lo mismo viene con
algunos kilitos demás y esto también puede representar otro
problema, ese de que no le valen los vestidos, faldas o pantalones
que antes se ponía y haya que renovar su vestuario completamente o
tenga que visitar al dietista y empezar a hacer régimen o
machacarse en el gimnasio hasta quemar esas grasas que se le han ido
acumulando tanto en su culo como en su cintura.
Sea como sea, espero y
deseo que se lo haya pasado muy bien porque las vacaciones son para
eso, para que te lo den todo hecho, para disfrutar y divertirte todo
lo que se pueda.
Claro que me dirá que
como yo estoy de vacaciones todo el año, no tengo los problemas que
a ella se le pueden presentar.
Y yo le responderé:
para algo soy el jefe.
Los jefes no tenemos
obligación ninguna, podemos irnos de vacaciones cuando queramos o no
cogernos vacaciones o tomarnos un año sabático cuando nos dé la
gana.
Yo no tengo la culpa de
que te hayas querido convertir en mi musa.
Poco a poco he
conseguido, aunque sin musa que me inspire, ir llenando este folio de
letras o chorradas, aunque haya tenido que convertirla e mi esclava y
acusarla de cosas que a lo mejor no ha hecho.
Espero encontrarla tan
bella y tan guapa como siempre y que me siga inspirando.
Desde mi séptimo cielo y
una vez cumplido mi objetivo, hasta una próxima que puede ser mañana
u otro día cualquiera.
Managuper.
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