sábado, 8 de octubre de 2016

377 COSAS DE UN DIA CUALQUIERA

COSAS DE UN DÍA CUALQUIERA

Hoy he sentido que el tintero se había roto, una mancha de tinta nublaba mi vista por momentos, algo molesto que me impedía ver con nitidez y que me ha acompañado durante casi toda la mañana, a estas horas ya ha desaparecido, quizás sea porque he madrugado un poco más de lo debido, no he dormido lo suficiente o porque he descansado un poquito después de comer y todo parece volver a la normalidad.

Por lo tanto intentaré gastar esa tinta derramada llenando este folio en blanco de letras, quizás debería ser lo que tenga que hacer, aunque ahora no me dedique con la asiduidad que lo venía haciendo antes.

Los trasnochadores o esos que les gusta vivir más de noche que de día empezaban a recogerse, mientras los que se dedican a limpiar las calles o las plazas de nuestra ciudad empezaban a hacer su aparición con sus carros de basura, sus cepillos y sus palas.

Los segundos más madrugadores son esos otr@s que también se dedican a la limpieza de locales que han cerrado tarde para que estén limpios y disponibles para la hora de su apertura, los de la limpieza de comunidades, los distribuidores de mercancías en general y los que tienen que estar para recibirlas.

Poco a poco la ciudad empieza a llenarse de vida nuevamente, los churreros deben de ser los primeros en abrir sus negocios, a estos les siguen algunos bares o cafeterías, para esos madrugadores que no desayunan en casa, porque es más fácil que te lo den echo o que te sirvan, que hacértelo tu mismo.

Mientras la gran mayoría todavía sigue envuelto en sus sábanas blancas o de color esperando que llegue el nuevo día o planchando la oreja.

Con los primeros rayos de ese que nos ilumina a todos, la ciudad empieza a desperezarse, y poco a poco algunas persianas empiezan a enrollarse para dar paso a la claridad de un nuevo día.

Otras cuando quieren hacerlo ya no son conscientes de si el sol ha salido por el este o por el oeste, porque está en todo lo alto.

El otro día un personaje de esos que se dedican a vender cosas ilegales, o a tratar de engañar a los demás, estaba intentando venderle algo a un amigo mio en un establecimiento público y me mandó callar, y se me ocurrió pensar, que quien le ha dado poderes a ese hijo de puta para mandarme callar a mí, cuando estoy en mi país y a lo mejor el que está ilegalmente es él, a quien estamos ayudando socialmente, dándole de comer gratis, asistencia sanitaria y otro tipo de ayudas.

Ya solo nos falta que los hjjos de puta vengan a darnos por culo o a decirnos lo que tenemos que hacer o dejar de hacer.

Esto es España y el que no esté a gusto en ella que se vaya a tomar por culo que dejen de venir a ponernos condiciones a reclamar derechos y a no tener obligaciones, o que paguen como hemos hecho los demás para tener derecho a ciertos privilegios que no deberían tener porque no han contribuido a ello.

Desde mi séptimo cielo, hasta pronto.

Managuper.

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