COSAS DE UN 15 DE AGOSTO
Yo y mi apache favorito, o ese que se
dedica a disparar flechas como si fuera Cupido, sin hacer daño a
nadie, o ensartando corazones para que sean felices, estamos un día
más al frente de estas páginas que siempre me suelo encontrar en
blanco y que yo trato de llenar de letras.
El día que me las encuentre ya
escritas, no será necesario que yo esté aquí para escribirlas,
porque alguien, posiblemente con mayores conocimientos o mejor
preparado que yo: ya lo habrá hecho.
Aunque la literatura, da para mucho,
porque cada persona somos un mundo, tenemos diferentes formas de ver
la vida, de pensar, o de contar aquello que imaginamos, pensamos o
quisiéramos convertir en realidad.
Nunca pensé que me podría convertir
en algo absurdo, ridículo o irreal o que pudiera expresar mis
pensamientos, mis fantasías o sentimientos a través de unas
pequeñas líneas, porque siempre he sido bastante tímido para
escribir, mi imaginación no estaba lo suficientemente preparada, o
mis conocimientos no eran los necesarios.
Posiblemente en los últimos diez o
doce años, he leído infinidad de libros, algunos me han transmitido
algo, los menos, otros solo me han servido para guardar mucha de esa
basura, que algunos se han dedicado a escribir.
O quizás no he sabido seleccionar los
autores, aunque para saber como se expresan, lo que sienten o lo que
quieren transmitir, es necesario leer bastante.
Antes no me gustaba leer, porque de
pequeño me hicieron sentir o coger odio por los libros. Problemas de
educación, pues fueron los años de: “La letra con la sangre
entra”, algo que siempre he odiado.
Para educar a una persona, no es
necesario pegarla, maltratarla o castigárla, porque si haces ésto,
solo estarás fomentando que esa persona aborrezca u odie lo que le
quieras transmitir o enseñar.
Mí padre, que siempre fue mi mejor
maestro, alguien a quien sigo admirando, nunca me dio un cachete, me
pegó o maltrató, aunque solo era un pastor de ovejas con un nivel
cultural bastante elevado para los difíciles años que le tocó
vivir.
Mi madre con un nivel cultural bajo o
inferior al de mi padre, tenía la mano más ligera y algún cachete
te podía caer, pero sin ensañarse.
Excelentes personas los dos, creo que
mejores padres no se pueden tener y yo y mis hermanos, tuvimos la
gran suerte de poder disfrutarlos.
He querido tener un hijo para educarlo
sin odio, sin rencor y sin maltrato, aunque las cosas no me hayan ido
bien en el matrimonio, pero nunca podrá decir que a pesar de los
problemas surgidos en el mismo, me haya visto un mal gesto, un
desprecio o un mal trato a su madre.
Cuando dos personas no se entienden, lo
mejor que pueden hacer es separarse.
Desde mi séptimo cielo o este lugar
que estoy habituado a ocupar, un cordial saludo.
Managuper.
No hay comentarios:
Publicar un comentario