sábado, 7 de octubre de 2017

435 COSAS DEL SOL Y DE LA TIERRA

COSAS DEL SOL Y DE LA TIERRA

Aquí estamos un día más, una tarde más, ante unas páginas en blanco que yo trato de manchar de letras, para que cuando vuelva a abrirlas tengan algo que decirme.

Bien sea de una época pasada, presente o futura, que esté por llegar, a la vuelta de la esquina, que haya sucedido, que pueda volver a suceder, o que no sea real o solo imaginario, porque el futuro nadie lo puede predecir o lo que puede llegar a pasar porque no estamos en él, por muchos futurólog@s que haya, por muchos adivinadores o gente que vaticina con estas cosas.

Unos acertarán, quizás los menos, otros posiblemente errarán, la gran mayoría, o puede que ni los unos ni los otros, sean capaces de saber predecir nuestro futuro.

El universo, es como mi mente, como la vuestra o como la de otr@s much@s, que puede hacer que lo que hoy es real, mañana solo sea imaginario, o que lo que hoy es, mañana pueda dejar de ser, solo hay que ser creativo, tener ideas o exponerlas, para que alguien pueda llegar a convertirlas en realidad o hacernos creer que así sucede.

La mentira, el engaño o la ficción pueden llevarnos, unas veces por dinero, otras por fama, otras por necesidad u otras por consciencia o inconsciencia a lugares inexistentes, reales o irreales, que se pueden ir creando a medida que nuestra mente o cerebro lo crean.

Lo real o irreal, puede ser verdadero o falso, si yo te lo cuento o te lo digo, tu le puedes dar crédito o no, por tanto solo depende de tu mente de tu forma de pensar, por muchas imágenes que te muestren o te demuestren que puede ser real, tú lo puedes aceptar creer o decir eso es mentira.

Sino has estado en el lugar donde dicen que eso se ha producido, no lo has visto con tus propios ojos, vivido o sentido en tus propias carnes o has metido el dedo en la llaga como santo Tomás.

¿Cómo puedes asegurar algo que te cuentan?

¿O que te quieren hacer creer?

Yo te puedo decir montones de cosas a las que tú puedes dar crédito o no.

Por ejemplo:

Digamos:

Dios existe.

Y es uno solo y verdadero, o alguien que nos ilumina, que está con nosotros todos los días, que nos inunda con sus rayos y que ve todo lo que hacemos.

Indudablemente que estamos hablando del sol.

Tú puedes darle crédito o no.

Pensar que es una estrella fija o errante que se encuentra en el Universo, porque pasa cerca o lejos de nuestra galaxia y que dentro de unos años dejará de hacerlo o cuando dejemos de orbitar a su alrededor.

¿Quién te puede asegurar, que lo que yo te digo, o lo que tu piensas es real?

Nadie.

Vamos con la siguiente.

Digamos que la naturaleza o este planeta donde todo surge, se crea, se reproduce de forma natural, por cultivo, por inseminación, artificial, real, imaginaria, por la circunstancia que sea o influenciada por esos rayos de sol que la iluminan, que nos calza, nos viste, nos da de comer, nos cobija o nos acoge en su seno, es nuestra madre naturaleza.

Alguien a quienes deberíamos respetar, quizás adorar o estarle sumamente agradecidos por todo lo que hacen.

Puede que los dos sean nuestros dios o nuestra diosa reales, porque todo lo demás ha surgido bastante después de que ellos dos existieran, por tanto todo lo demás que ha brotado con posterioridad o ha sido creado por ellos, solo sea superficial, producto de un deseo o de una relación amorosa que pueden llegar a tener tanto el SOL como nuestra MADRE TIERRA.

No puedo aseguraros nada, ni deciros que sea real o imaginario o cierto, solo sé que es producto de mi mente, que puede ser, tan perversa, tan malvada, tan real o imaginativa como esa vuestra.

Por tanto seguid con vuestras creencias, adorando a vuestr@s dioses o diosas, que yo seguiré con las mías.

Nada es real, solo imaginario o producto de una mente como la mía, que alimentada por esos rayos de sol que me iluminan o que se cuelan en mi casa por las mañanas y también de esos productos que son necesarios para mi subsistencia y que nos proporciona nuestra madre naturaleza, me hacen pensar que todo puede ser así.

Desde mi séptimo cielo, mi orientación a saliente, o hacia ese que nos ilumina, y que antes de su llegada me suele despertar, un cordial saludo.

Managuper.

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