sábado, 29 de febrero de 2020

509 no sé si debería seguir escribiendo, porque quizás digo lo que no debo


NO SÉ SI DEBERÏA SEGUIR ESCRIBIENDO. PORQUE QUIZÁS DIGA LO QUE NO DEBO

Así que voy a hacerlo, aunque me lluevan las críticas, los insultos, o estén contra mí porque digo la verdad, les molesta. o no quieran reconocer que les digo la verdad.

Me molesta, porque el ser claro, nítido, o transparente, es algo que a los sucios, malolientes, turbios o insensatos,´o es@s que están acostumbrd@s a hacer de su capa un sayo, no estén de acuerdo.

Descubrir o destapar algo que se quiere seguir encubriendo, como puede ser el coronavirus, o una gripe creada para eliminar a un montóm de mayores porque somos un estorbo para los demás y que se lo quieran atribuir a un pangolín, me parece absurdo y ridículo.

¿Qué culpa puede tener un pobre armadillo, que vive en la selva huyendo de los human@s, cubierto de placas, solares o interplanetarias que solo le dan energía, vitalidad o le sirven para vegetar en la inmensa selva donde se esconden, quieran culparle de algo que no tiene la culpa?

Me parece absurdo.

La tierra o este planeta en el que nos ha tocado vivir, es inteligente por sí sola.

Y os irá eliminando, a medida que lo crea conveniente, podéis darle el nombre que queráis, disfrazarlo, de carnaval, de mascota, o de vuestro ser más querido.

Pero ninguno de ell@s tienen culpa.

Aunque mis deseos sean todo lo contrarios.

Pues no puedo admitir que una mascota, pueda llegar a ser más importante que un ser humano, que viajen en coches de niñ@s, que vistan trajes de Armani, de Tucci, de Luquino o de cualquier otr@, por famos@s que sean.

Es algo superior a mis fuerzas y por bien visto que esté en la sociedad actual, no lo comparto.

¿Que los animales puedan llegar a ser inteligentes?, no me cabe la menor duda.

Quizás no seamos lo suficientemente inteligentes para llegar a comprenderlos, eso es algo, que no cabe la menor duda.

Yo tengo dos mascotas, una que me canta cuando llega el nuevo día y me dice: “levantate, ya sabe” y otra que cuando se duerme durante seis meses y que cuando se despierta me dice dame de comer y se pasea por mi casa libremente.

Las tengo porque las entiendo, o porque sé interpretar, lo que me quieren decir en cada momento, sino, no estarían conmigo.

Pero no las exhibo, para que nadie me diga lo maravillosas que pueden llegar a ser, o para que me digan como el otro día me dijo una anormal que llevaba un perrit@ en un coche de niñ@s que era un niña.

Si eres anormal, sub o deficiente, quédate en casa, que ya tienes bastante con el problema que tienes, no sé lo des a conocer a los demás.

Todo puede ser tan real como te lo estoy contando, yo no suelo inventarme nada, si lo digo: es porque lo vivo, porque .lo soporto y porque no me queda otra opción que tener que aceptarlo.

Estés de acuerdo o no con lo que digo, aunque es@s que nos gobiernan, que administran nuestros bienes o los impuestos que les pagamos, sigan ignorándonos, nos hagan de menos o no seamos importantes para ell@s, aunque seamos la base de la pirámide que los sustente.

Espero, que el día que nos derrumbéis, caigáis tan bajo, que no podáis volver a levantar cabeza y os convirtáis en la escoria que yo os deseo seáis.

Desde mi séptimo cielo, mi lugar de residencia habitual en esta ciudad dorada y maravillosa en la que habito y seguiré haciéndolo mientras respire, un cordial saludo.

Managuper.

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