COSAS DE UNA GUERRA DE
GALAXIAS
No es que haya visto Star
Wars, porque no soy aficionado a este tipo de películas, pues la
ciencia ficción no me llama la atención, me gustan cosas más
reales que estén basadas en nuestras historias pasadas, en hechos
históricos, reales o verdaderos, aunque cada un@ tenemos nuestras
formas de contar lo sucedido y según quien lo interprete, como lo
haga, como le dé vida o nos lo haga sentir, puede llegar a resultar
más o menos interesante.
Tengo que confesar que no
soy actor, director, narrador y que tampoco me considero escritor,
pues como tal supongo que sería bastante mediocre, porque soy
bastante sencillo, nada enrevesado, muy fácil y con una compresión
que cualquiera puede llegar a entenderla.
Me gusta llamar a las
cosas por su nombre o utilizar un vocabulario que todo el mundo pueda
llegar a entender, no me gusta adornárme con cosas que puedan
parecer que suenan bien y que en resumidas cuenta dejan a la mayoría
de la gente con la boca abierta, porque no les llega o porque no
entienden lo que les han querido decir.
Éso está bien para es@s
que nos gobiernan o que pretenden hacerlo, que no saben como tienen
que hacerlo o que alguien les escribe lo que tienen que decir y que
solo se limitan a leerlo, porque oradores buenos la verdad es que hay
muy poc@s, tan pocos, que casi me
atrevería a contarlos con los dedos de una mano.
Hay gente dicharachera,
que dicen, que difunden o que hablan lo que otr@s
le transmiten, que son capaces de memorizar, aprender como si de un
papagayo se tratara todo lo que les inculquen, y como una cotorra lo
sueltan sin más.
Eso no quiere decir que
sean buen@s oradores, porque de originales no tienen nada, solo son
verdader@s Lor@s parlantes.
Hoy en día imitadores
hay muchos, que son capaces de hacerlo también como algun@ de es@s
payas@s que nos representan e incluso
hay veces que los superan.
Voy a cambiar de tema,
porque se me está yendo ese del que os quería hablar, que es algo
así como una guerra del cosmos de las galaxias, del universo o de
otros planetas o de las estrellas.
El día que esto se
produzca, se originará un gran caos, posiblemente tan grande como
ese que hizo desaparecer a nuestr@s
dinosauri@s o quizás como el del
big band, todo puede ser tan estruendoso, que no va quedar nada que
lo reconstruya.
Imagináros por un
momento que, Ra, Dios, Jesucristo, Buda, Alá, Jehová, Osiris,
Bradma, Baco, Shivá, o los profetas Mahoma o Mao o cualquier otr@
o diosas, como Isis, Ceres, Deví, Cerci, Artemisa, Afrodita, o
Atenea, hayan sido reales o no, o producto de la imaginación de
alguien que necesitó crearlos y a los que veneramos sin haberlos
llegado a conocer, o porque nos los han impuesto.
¿Que pasará el día que
se llegue a descubrir que nada de todo esto puede haber sido real, o
solo producto de una o varias mentes creativas?
Puede que el espacio que
es tan inmenso, tan grande, o que se expande o se recoge a medida que
vamos avanzando o retrocediendo, porque posiblemente, lo que ahora
estamos sufriendo es un retroceso, o algo que no quiere que sigamos
evolucionando, porque quizás ya hemos llegado demasiado lejos.
Tenga un espacio para
nosotr@s, donde recogernos o archivárnos cuando considere que ya
hemos dado todo lo que llevamos dentro de nosotr@s
mism@s.
O quizás decida
destruirnos y seamos pasto de unas llamas o de esas que se queman en
un estrella luminosa a la que llamamos sol.
Aunque en el espacio, o
en el universo se siguen celebrando pequeñas batallas,´que son esas
que se dilucidan o celebran cuando hay tormentas, que nos hacen
temblar o temer cuando estas se producen, porque se enfrentan entre
sí, o porque ocupan un espacio que no deben.
No soy guerrero, porque
no me siento como tal, o porque no veo la necesidad de tener que
luchar contra nadie y menos contra un semejante o contra algo que no
me haya hecho daño.
Por no luchar no lucho ni
contra el coronavirus, aunque hoy cuando me he duchado o hace días
cuando me bañé en la bañera de mi cuarto de baño, ahogue a todos
esos virus que encontré con corona al tiempo que les advertí que en
mi casa el rey soy yo, porque tengo cinco o seis de esas que me traen
los reyes magos cuando compro el roscón y que me puedo poner cuando
me apetezca, aunque sean de cartón, porque me hace ilusión tenerlas
o conservarlas.
Espero que vuestras
guerras sean tan pacíficas como las mías, que aunque esté en
contra de es@s sinvergüenzas que nos
gobiernan, porque no lo están haciendo nada bien, que no haya más
muert@s, que más de 20.000 ya es una
cifra considerable en un mes.
Dejad el poder a otr@s
que lo sepan hacer mejor que vosotr@s,
porque por lo demostrado hasta ahora, sois un@s
verdader@s inútiles, pues todo está llegando tarde, mal o nunca.
Renunciad a vuestros
cargos y dejadlos a disposición de gente del pueblo, que no sean
ambicios@s, que quieran ayudar a l@s
demás y que sepan hacerlo mejor que vosotr@s.
Desde mi residencia
habitual, o este lugar desde donde os mando mis escritos, aunque no
os molestéis en leerlos, un cordial saludo.
Managuper.
No hay comentarios:
Publicar un comentario