229 Balón de oro a Cristiano
Los que tienen su mente en blanco hoy están de enhorabuena, pues su ídolo, o ese CR7 o Cristo Rey falso que tienen en su mente, ayer consiguió el balón de oro, a pesar de que ese club en el que milita se lo está pagando con creces, aunque sus dineros le esté costando, pero el dinero es solo una materia, que solo sirve para eso, para comprar, vender o promocionar.
He leído uno de los titulares de esa prensa que lo promociona y que lo titula algo así como un balón de llORO, digo yo que harán referencia a esos lagrimones que el portugués derramó cuando se personó a recoger el trofeo, que le impidieron casi hablar, cuando debería haberse sentido orgulloso de haberlo conseguido.
Me resulta conmovedor, tanta sensiblería, tanta lágrima derramada y tanto agradecimiento, cuando debería haberse mostrado firme, seguro y convencido de que lo había ganado por méritos propios o por demérito de los demás, ¡Vaya un comandante de los cojones! Perdona que no me apunte a tu guerra.
Había que pagárselo de alguna manera y esta ha sido la forma que han tenido de hacerlo el señor Blatter, el señor Platiní y todos esos que los secundan bien sean jugadores, técnicos, medios de comunicación o personas que intervengan en este mundo futbolero.
Hay cosas que mi cerebro es incapaz de asimilar y esta puede que sea una de ellas, pues no logro entender que el mejor jugador del mundo salga de un club que el año pasado no ganó ni un solo titulo, cuando deberían habérselo dado a uno de los que más títulos consiguió.
Pero la FIFA tiene estas cosas o estos poderes para poder hacerlo y cuando lo hace será porque puede hacerlo.
Además tampoco entiendo porque se lo tengan que dar casi siempre al máximo goleador, cuando deberían dárselo al mejor jugador, bien sea portero, defensa, medio centro, extremo o delantero.
Resumiendo que se lo dan a quien se le pone en los cojones y no hay más.
Perdonad mi desconocimiento en esta materia, pero para mi el justo ganador hubiera sido el que quedo en tercer lugar.
Y no me estoy dejando llevar por los sentimientos de un club, de un color, de una camiseta, o de un sentimiento.
Trato de analizarlo desde un punto de vista imparcial.
Desde mi séptimo cielo una modesta opinión, nada más.
Managuper.