sábado, 15 de febrero de 2014

231 COSAS DE RATONES

231 Cosas de ratones

Y pensar que todo comenzó con un ratón, posiblemente el más famoso de todos fuera el ratoncito Pérez, ese que cuando se te caía un diente, siempre te traía alguna sorpresa, con la ilusión de que te trajera otro nuevo que fuera el duradero (puede que sea uno de los mas antiguos conocidos, ya que sus inicios datan de primeros del siglo pasado)

Luego nos llegó ese otro tan famoso de los dibujados animados creado por Walt Disney y llamado Mickey Mouse que nos alegraba esos ratos que pasábamos sentados ante la caja tonta y del que casi todos tenemos algún peluche en casa (creado veinticinco años mas tarde)

 Y ahora se ha convertido en un ratón de ordenador al que solo llamamos Mouse, y que estamos acariciando todo el día o esos ratos que nos pasamos sentados delante del ordenador (la creación de este último parece ser esta datada en el año 1.960) por tanto es un ratón relativamente joven, ya que todavía no ha entrado en la tercera edad porque no ha hecho los sesenta y cinco, pues aún le quedan once años por delante, seguro que para cuando los cumpla, ya estará a punto de desaparecer, o se convertirá en un vago recuerdo.

Un ratón que no da guerra ninguna, porque no tienes que darle de comer, no ensucia, aunque haya que limpiarlo de vez en cuando, para quitarle las pelusillas que se le hayan pegado y que te facilita toda la información que necesitas.

Curioso este ratón de plástico, sin patas, sin hocico, sin boca (aunque se le podrían pintar) y con una cola muy larga conectada a su madriguera, de la que saca toda la información que quieras o que necesites.

¿Quien me iba a decir a mí o tantos otros muchos como yo, que con el paso de los años, nuestra vida la iba a llenar un ratón?

Algo casi impensable para la mayoría de nosotros, que hemos tenido que ir adaptándonos a las nuevas tecnologías y a los nuevos sistemas informáticos.

Aunque ahora ya y posiblemente dentro de muy poco, casi todo lo haremos con la yema de los dedos o tacto, con nuestros ojos o con solo nuestro timbre de voz.

Por tanto solo tendremos que dar órdenes y hacer que el mundo de la robótica o la informatica las cumpla.

Pero ¿todo esto nos hará más felices, más dichosos o más sabios?

O por el contrario ¿seremos más infelices, más desdichados o más inútiles?

Con el paso de los años si estamos para contarlo veremos los resultados.

Desde mi séptimo cielo un cordial saludo.

Managuper.


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