Excursión al pozo de los humos y al pozo de airón
Hoy ha sido uno de esos días que nuestra asociación o esa a la que
pertenezco, tenía programada una excursión al pozo de los humos primeramente
con un recorrido de unos 5,5
kilómetros que al final del recorrido se convirtieron en
once porque había que regresar al punto de partida y una segunda etapa para
esos que siguiéramos con ganas de marcha al pozo airón que distaba del punto de
partida unos tres kilómetros centímetro arriba o abajo que con el regreso se
acabaron convirtiendo en seis kilómetros, por tanto el recorrido total acabo
siendo de unos diecisiete.
Los hubo que optaron por hacer los dos recorridos y otros que solo se
apuntaron al más corto o al más largo, el primero de ellos, era realmente cómodo,
sin grandes pendientes, una ligera bajada, una prolongada subida y otra bajada,
aunque al regreso todo esto nos pillo al revés.
El segundo recorrido, era todo bajada, primeramente por un camino
amplio, que a su mitad se convirtió en un ligero sendero escabroso y un poco rompe
piernas.
Los que hicimos el primero y todavía nos quedaban fuerzas para hacer el
segundo, nos encontramos a los que habían decidido hacer el más corto que ya
venían de regreso, por tanto quiero decir que la dificultad del segundo a pesar
de ser más corta era peor que la del primero, o que a l@s que iniciaron este
recorrido, se les hizo mas cuesta arriba, porque tardaron más que nosotros, o
sencillamente digamos que se lo tomaron con más calma.
Después de peregrinar por estos parajes, bajo un sol casi abrasador
para la época en que nos encontramos todavía, porque estamos en invierno,
regresamos al autocar, que nos llevó al lugar donde teníamos concertada la
comida.
Algunos consideran o camparan los arribes del Duero con los fiordos
noruegos, por los escabrosos que son, aunque las temperaturas en este lugar son
bastante más elevadas.
De entrada hubo unos entremeses de lomo, jamón, chorizo y salchichón,
una sopa de marisco, tostón al horno, con patas fritas y los postres
correspondientes, a elegir entre tres o cuatro, con su café correspondiente.
Los hubo que optaron por jugar a las cartas o con las cartas y otros
que se marcharon en el autocar a un lugar cercano.
A las seis y media, regreso a nuestro lugar de partida donde llegamos
después de una hora, y cada uno para su casa.
Hasta una próxima, amig@s.
Desde mi séptimo cielo, un saludo.
Managuper.
Eaaaa tío!!! Qué se hacen muy aburridos los viajes en tren sin leerte..un beso
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