COSAS DE MORITOS
Cada vez tenemos más en este país llamado España, no sé en lo que
trabajarán, como vivirán y a que se dedicaran, yo siempre los encuentro lo
mismo, sin hacer nada, jugando al parchís, o a las damas, o tomando café en un lugar cercano a casa, o bien sentados
en la terraza del mismo.
Puede que trabajen de noche o por turnos, en trabajos sumergidos, o que
trapicheen con drogas, no lo sé, por tanto nada puedo asegurar.
Solo sé que proliferan en nuestra ciudad y que cada vez hay más, que
posiblemente y por lo poco que he hablado con alguno de ellos con el que
entable cierta amistad que fue el que abrió el negocio, vengan con buenas
intenciones y algunos serán trigo limpio, pero hay otros que no.
Solo juzgo lo poco que veo, pues el negocio, ya no lo regenta el mismo
que lo abrió, que parecía buena persona y profesional del mismo, según me contó
tenía otros dos bares en Ceuta.
Pero por los movimientos que veo y que uno de los que se quedó al
frente del mismo, está en la cárcel por tráfico de drogas, el negocio debe ser
una tapadera para otros desmanes.
Luego han sido varios más los que han ido pasando, como encargados,
empleados posiblemente sin sueldo, o regentes del local.
Una vez que desapareció el primer dueño que lo abrió, dejé de entrar en
el local porque aquello se convirtió en un verdadero desmadre, pues cada día
cualquiera de los que accedía al local te podía servir una caña,
Inclusive me llegaron a ofrecer algo para fumar y sencillamente les
dije que no fumaba y a partir de ese día dejé de entrar en el mismo.
De vez en cuando lo sigo viendo al primer dueño, aunque no con mucha
frecuencia, porque en alguna ocasión se deja ver o aparece por el mismo como
cliente o para ver a alguno de sus colegas.
No creo que tenga nada que ver con el negocio, porque de todos los
proyectos que tenía en mente y de cómo tenía pensado enfocarlo, al final no
llevó a cabo ninguno de ellos.
Aunque me parece que tiene otro local en la ciudad que debe ser el que
regente en la actualidad, además fue él precisamente quien me dijo lo del
colega que le habían metido en cárcel por tráfico de hachís y que le habían
caído tres años.
Por eso es por lo que digo, que los habrá que vengan con buenas
intenciones y que quieran ganarse la vida dignamente y otros que no.
Yo ni estoy en contra ni a favor de que vengan o no, o de que se tengan
que marchar del país o que los tengan que expulsar como hizo el rey Felipe III allá
por finales del siglo XVI o primeros del XVII, pero si vienen a un país que no
es el suyo que acepten las normas de convivencia que tenemos los españoles, que
nos respeten y que hagan su vida.
Que me parece muy bien que no coman cerdo, que no tomen alcohol, que
tengan cuatro mujeres y que adoren a Alá o a Mahoma o a quien se le ponga en
los cojones, pero que no vuelvan a cometer la masacre que hicieron en el metro
de Madrid.
Porque si vuelven a hacer alguna de esta índole o de ese tipo, ese rey
que tenemos llamado Felipe III (2) o VI, debería tomar cartas en el asunto y
hacer lo mismo que hizo ese antecesor suyo que los expulsó y con las mismas
decirle a su colega Mohamed VI, ahí te van, que no los queremos.
Y con estos pensamientos o ideas aparecidos hoy en mi mente, desde mi
séptimo cielo me despido, cuando está a punto de amanecer o de llegar ese que a
todos nos ilumina con sus rayos.
Managuper.
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