lunes, 18 de agosto de 2014

281 ¿ESTAMOS SEGUROS?

¿ESTAMOS SEGUROS?

Con tantas amenazas que nos acechan por todos los costados y con tanta mezcla de personal que se está produciendo.

¿Que seguridad tenemos?

Estoy convencido de que ninguna, porque en el día de hoy el mundo está abierto a cualquier tipo de amenaza que pueda sobrevenir, como está abierto a todo tipo de comercio, de deporte o de turismo.

Con lo cual quiero decir que por mucho que se prevenga, por muchos controles que haya, las redes para esos que quieran hacer daño, ya sean islamistas, yihadistas, coránicas, musulmanas, afganas, judaicas, irakíes, iraníes o de la índole que sean, las deben tener extendidas casi por todos los países del mundo.

Y si no son las amenazas terroristas, son las enfermedades, porque los alimentos, se transportan de un lado a otro de los diversos continentes y los virus pueden viajar a través de ellos, con la misma facilidad que lo puede transportar un viajero que se dedique a hacer turismo.

Con la cantidad de africanos que se acercan a nuestras costas cada día, cualquiera de ellos puede ser portador de esa enfermedad conocida como ébola.

¿Qué control se hace a esas personas que saltan la valla cada día o que cruzan en pateras por donde buenamente pueden?

Ninguno.

Esto es así de sencillo y hay que reconocerlo.

Se les acoge, se les da la bienvenida, se los expulsa, o se los integra en la sociedad, porque hay que ser humanitarios ante todo.

O se me ocurre pensar:

 ¿Quien puede impedir que haya un misil de largo alcance apuntando a un punto estratégico de un lugar determinado de un país concreto?

Por muchos acuerdos que haya, por muchos pactos de no agresión que se firmen, por muchas ayudas que se presten, por muchos espías que haya o por mucha vigilancia espacial, no hay ojos suficientes para todo.

Con esto ocurre lo mismo que con los narcos, los traficantes de armas, o esos que tienen en mente asesinar a alguien, que como se lo propongan lo consiguen, unos porque están preparados para ello, otros porque se ven amenazados y otros porque la necesidad o los vicios les obligan.

Por tanto estamos expuestos a todo lo que quiera sobrevenir, por muchos controles que haya, por mucha vigilancia, por muchas barreras que se pongan, porque el enemigo puede estar en casa como se suele decir, unos porque vienen huyendo de los conflictos y otros porque pueden aprovecharse de esa situación para expandirse o extenderse.

El peligro existe y las amenazas también, pero es un riesgo que hay que correr, porque somos humanos y habitantes de este planeta, en el que lo que debería reinar, sería la paz y la buena armonía.

Que ese que nos ilumina, que es el único que lo ve todo, se apiade de todos nosotros, porque yo a pesar de vivir en mi séptimo cielo no puedo hacerlo, porque soy tan humano como todos vosotros.


Managuper.

No hay comentarios:

Publicar un comentario