COSAS DE ENFERMERAS Y
MÉDICOS
Hoy a la hora de comer
me llama un amiguete de los pocos o muchos que tengo y me dice:
Acabo de llegar de la
consulta del médico y la enfermera me ha cambiado la hora de la
medicación y me ha dicho que el sintrón en lugar de tomarlo a la
hora que lo venía tomando (las cinco de la tarde) lo tome a la hora
que tenía establecida antes (que no sé si era por la mañana).
Entonces se me ocurrió
decirle:
Pues no sé que decirte o
que aconsejarte, porque si el médico te había dicho que lo tomaras
a una hora y la enfermera quiere que lo tomes a otra, solo depende de
a manos de quien quieras morir, si de las del médico o de la
enfermera.
Conociendo a mi amigo
como creo que lo conozco, creo que preferirá morir en manos de la
enfermera antes que en manos del médico.
Yo sencillamente le dije
que el médico lo máximo que puede hacer es darle por culo y sobre todo si es tactólogo, que son esos que te meten el dedo en el coño, en el culo o donde haga falta , pero él
parece ser que está más a favor de que sean ellas las que le
follen.
Le iría diciendo que a
las cinco de la tarde suele estar durmiendo la siesta y que le jode
el tener que levantarse a esa hora para tomar el sintrón y la
enfermera se curó en salud y le debió decir: pues tómatelo a la
hora que lo venías tomando antes.
Luego viene y me pide a
mi consejo sobre lo que debe hacer o a quien hacer caso.
Yo que soy el menos
indicado para decirle si al médico o a la enfermera, porque no
confío ni en los unos ni en las otras, o solo en su justa medida, ya
que hace más de cinco o seis años que no voy a visitarlos.
Claro que no le aconsejo
a nadie que haga lo que yo hago, porque si tod@s
hicieran lo mismo
Que pasarían a engrosar
la lista del paro y habría un montón de parados más.
¿No os parece que ya
hay bastantes?
Pues dejadlos que sigan
desempeñando esa buena labor que vienen haciendo tratando de aliviar
vuestros malos dolores, vuestros pesares, pesadillas o que os sigan
escuchando esas quejas que le soléis llevar y que solo quieren oír
es@s buen@s amig@s a los que se lo
contáis, entre ell@s estos profesionales
a los que se lo contáis.
No soy el más indicado
para deciros lo que está bien o mal, lo que se debe hacer o dejar de
hacer, porque soy uno más de tod@s
vosotr@s, que me suelo regir por lo
que dicta mi pensamiento, lo cual no quiere decir que sea lo
correcto.
Hoy tomando un vino con
uno de esos pocos amiguetes que tengo, me dice:
Es que a mí, mi madre
cuando me parió lo hizo sin mandarme nada debajo del brazo y en
pelotas, a lo que le contesté:
¿Creés que a los demás
nos parieron envueltos en pañales, vestidos y con un pan debajo del
brazo?
Solo trato de aportar una
gota de buen humor a vuestros pesares, males o enfermedades para
haceros comprender, que con un poco de ese buen humor todo es más
llevadero.
Desde mi séptimo cielo,
hasta una una próxima.
Managuper.
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