sábado, 16 de enero de 2016

347 COSAS DE REBELDES


COSAS DE REBELDES
Hoy mis pensamientos van dedicados a esas personas rebeldes o que están en contra de la mayoría, que no suelen comulgar contra las hostias que le dan la mayoría y que han sido o son siempre criticados por todos esos que no están dispuestos a comulgar con ruedas de molino.


Me gustan los rebeldes, porque quizás yo haya sido uno más de todos ellos, uno de esos que le gusta nadar a contracorriente, o ir contra el viento, aunque este sople a favor.


Hablando con un maestro o una de esas personas que se dedican a la enseñanza bien sea pública o privada, me decía que él que había sido educado desde el exterior, quiero decir libremente o en una escuela pública, no privada, porque gozaba de esa libertad, que los que estábamos internos no podíamos disfrutar.


Me decía: Yo he tenido muy buenos profesores, que me han enseñado casi todo lo que he aprendido en esta vida, aunque los había que tenían muy mala hostia y te castigaban dándote un cachete, poniéndote de rodillas o dejándote sin recreo.


A lo que yo le contesté, quizás eso haya sido poco, porque si hubieras estado interno, las enseñanzas hubieran sido muy distintas, porque hubieras aprendido lo que es una disciplina férrea, dura y casi hitleriana, aunque yo nunca he matado a nadie, ni pretendo hacerlo.


Me comentó que él había sido un poco rebelde y que estaba en contra de todo lo que vaya contra natura, quizás me quiso decir eso que dice el dicho ese de Salamanca que dice: “lo que natura no da, Salamanca no presta”


El caso es que si de hablar de rebeldes se trata, le dije quizás yo haya sido o haya ido un poco más lejos que tú, porque siendo interno, un buen día que fuimos de excursión, al regresar me escapé del grupo y anduve perdido y no regresé hasta las doce de la noche, con lo cual traje en jaque a todos esos que tenían su autoría o tutoría sobre nosotros.


Solo logré que me expulsaran del mismo, por no cumplir con las normas establecidas y por ser un mal estudiante, porque mis notas eran más bien mediocres, no me extraña que lo fueran, porque con los castigos y el odio que me hicieron coger por los libros o por la mala educación que me dieron, no era para menos.


Dicen que James Dean o ese rebelde sin causa, actor de películas que no sé si murió en un accidente de trafico siendo relativamente joven y posiblemente guapo, para quitar su complejo de inferioridad, se atrevió a mear un buen día delante de esa actriz llamada Elizabeth Taylor, que ya era esposa de ese otro actor llamador Richarch Burton.


Pienso que lo que quería o pretendía dicho actor era enseñarle sus atributos.


No pretendáis hacer lo que éste, porque os puede ocurrir lo mismo y no merece la pena perder la vida por enseñar tus atributos a alguien que no los va a tener en consideración.


Unos con más, otros con menos los atributos son los que tienes o te ha dado la naturaleza.


Desde mi séptimo cielo, hasta esa próxima, que puede ser mañana o dentro de unos días.


Managuper,

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