COSAS DE REBELDES
Hoy mis pensamientos van
dedicados a esas personas rebeldes o que están en contra de la
mayoría, que no suelen comulgar contra las hostias que le dan la
mayoría y que han sido o son siempre criticados por todos esos que
no están dispuestos a comulgar con ruedas de molino.
Me gustan los rebeldes,
porque quizás yo haya sido uno más de todos ellos, uno de esos que
le gusta nadar a contracorriente, o ir contra el viento, aunque este
sople a favor.
Hablando con un maestro
o una de esas personas que se dedican a la enseñanza bien sea
pública o privada, me decía que él que había sido educado desde
el exterior, quiero decir libremente o en una escuela pública, no
privada, porque gozaba de esa libertad, que los que estábamos
internos no podíamos disfrutar.
Me decía: Yo he tenido
muy buenos profesores, que me han enseñado casi todo lo que he
aprendido en esta vida, aunque los había que tenían muy mala hostia
y te castigaban dándote un cachete, poniéndote de rodillas o
dejándote sin recreo.
A lo que yo le contesté,
quizás eso haya sido poco, porque si hubieras estado interno, las
enseñanzas hubieran sido muy distintas, porque hubieras aprendido lo
que es una disciplina férrea, dura y casi hitleriana, aunque yo
nunca he matado a nadie, ni pretendo hacerlo.
Me comentó que él había
sido un poco rebelde y que estaba en contra de todo lo que vaya
contra natura, quizás me quiso decir eso que dice el dicho ese de
Salamanca que dice: “lo que natura no da, Salamanca no presta”
El caso es que si de
hablar de rebeldes se trata, le dije quizás yo haya sido o haya ido
un poco más lejos que tú, porque siendo interno, un buen día que
fuimos de excursión, al regresar me escapé del grupo y anduve
perdido y no regresé hasta las doce de la noche, con lo cual traje
en jaque a todos esos que tenían su autoría o tutoría sobre
nosotros.
Solo logré que me
expulsaran del mismo, por no cumplir con las normas establecidas y
por ser un mal estudiante, porque mis notas eran más bien mediocres,
no me extraña que lo fueran, porque con los castigos y el odio que
me hicieron coger por los libros o por la mala educación que me
dieron, no era para menos.
Dicen que James Dean o
ese rebelde sin causa, actor de películas que no sé si murió en un
accidente de trafico siendo relativamente joven y posiblemente guapo,
para quitar su complejo de inferioridad, se atrevió a mear un buen
día delante de esa actriz llamada Elizabeth Taylor, que ya era
esposa de ese otro actor llamador Richarch Burton.
Pienso que lo que quería
o pretendía dicho actor era enseñarle sus atributos.
No pretendáis hacer lo
que éste, porque os puede ocurrir lo mismo y no merece la pena
perder la vida por enseñar tus atributos a alguien que no los va a
tener en consideración.
Unos con más, otros con
menos los atributos son los que tienes o te ha dado la naturaleza.
Desde mi séptimo cielo,
hasta esa próxima, que puede ser mañana o dentro de unos días.
Managuper,
No hay comentarios:
Publicar un comentario