martes, 13 de diciembre de 2016

386 13 DE DICIEMBRE


13 DE DICIEMBRE

Y martes encima, acabo de darme cuenta ahora mismo, al encender el ordenador y pensar el día que era, aunque este me ha jugado una mala pasada, pues me ha tocado reiniciarlo dos veces, espero que no sea cosa de la mala suerte, sino de la buena, no soy supersticioso, ni pretendo serlo, porque sino no hubiera concebido a mi hijo un día 13 y no hubiera hecho o concebido muchas de las cosas que he hecho un día tal como hoy.

Aunque una de mis mascotas me ha dado un gran susto esta mañana, pues cuando me asomé para darle los buenos días, me la encontré que estaba casi boqueando, atragantada por algo que había comido y casi a punto de asfixiarse.

La saqué y cuando estaba a punto de hacerle el boca a boca para tratar de desatascárla, esta se recuperó casi de forma milagrosa.

Me pongo en el lugar del pobre animalito, que aunque yo lo considero, grande entre los suyos, poderoso, hábil, ágil y hermoso.

Pensaría... este cabrón lo que quiere es comerme, devorarme, liquidarme o hacerme desaparecer.

Nada de eso ocurrió, porque soy un gran amigo de mis mascotas, las apreció un montón, porque me dan muchas alegrías, me cantan, me dan trabajo, teniendo que cuidar de ellas, limpiarlas, echarlas de comer etc.

Pero yo no estoy dentro de ellas, no sé lo que piensan de mí, que concepto tienen de mí, si me aprecian, me odian o me quieren, lo único que puedo asegurar es que no las maltrato, que dentro del espacio que ocupo, las dejo disfrutar de su libertad, quizás condicionada al medio en el que vivo pero nada más.

Son tan libres como yo, cuando nos encontramos en el mismo ambiente, pero están protegidas, no corren ningún peligro, comida no les falta y atenciones tampoco.

Quizás si disfrutaran de esa libertad que a lo mejor desearían tener, correrían bastantes más riesgos de los que corren estando conmigo.

Una de ellas lleva conmigo algo más de cinco años, la otra esta disfrutando de su segundo año en mi compañía.

La primera es perezosa, lenta, no da ningún ruido, hiberna durante seis meses por lo que no me da ningún trabajo, anda libremente por donde quiere, solo tengo que echarla de comer cuando se despierta.

La otra es vivaracha, rápida, veloz, desconfiada, no duerme nunca, o si lo hace es con un ojo abierto y el otro a medias, es muy madrugadora, come de todo y muy alegre porque canta mucho, aunque su vivienda es un jaulón, de vez en cuando la suelto para que disfrute de sus momentos de libertad, le encanta la música, sobre todo la de piano.

Esto solo son cosa de mis mascotas o de mis pensamientos que así lo creen.

Desde mi séptimo cielo, un saludo.
Managuper.

No hay comentarios:

Publicar un comentario