jueves, 4 de mayo de 2017

402 COSAS DE MI MENTE CONSCIENTE O INCONSCIENTE

 COSAS DE MI MENTE CONSCIENTE O INCONSCIENTE

Que no tienen porque convertirse en realidad, porque solo son ficticias, irreales, imaginarias, absurdas o sin sentido.

Quizás cuando alguien se convirtió en nuestro máximo mandatario y trató de darle la vuelta a este mundo tratando de ponerlo bocabajo y que tod@s los que no comulgábamos con sus ideas o no las compartíamos desapareciéramos de él, se equivocó.

Hay gente que por mucho que nuestros polític@s o esos que nos pretenden gobernar, gente corrupta, ladrones sin conciencia como se está demostrándo día a día, que solo piensan en el bien propio y no en el de los demás.

Para ell@s solo existe el mundo del poder, de la avaricia, de la lujuria, o del enriquecimiento propio, gente que debería estar condenada a ser la escoria de esta sociedad por los que no deberíamos sentir compasión alguna y obligárles a devolver todo lo que nos han robado, dejándolos en la más absoluta de sus miserias y con el culo al aire debido ha todo lo que nos han robado y derrochado, porque para eso lo han disfrutado con anterioridad.

Pero yo no soy quien para hacer justicia, quizás alguien lo haga en mi nombre cuando pase a otra dimensión en la que podríamos llegar a coincidir, donde cada uno reciba lo justo a aquello con lo que ha contribuido.

Quizás haya personas que les gusta conservar o disfrutar de algo que tuvieron en otras épocas y que no están dispuestas a que desaparezca, porque tiempos remotos o pasados, a lo mejor no fueron peor de los que estén por llegar.

Los ingleses que son más conservadores que la mayoría de esos que integramos o componemos la CEE, si se han salido de ella, se lo deberán a sus creencias, a sus formas de pensar, a sus métodos o a que nos están dispuestos a comulgar con las imposiciones que la comunidad le plantea.

Si su capital la tienen repartida en distritos, sectores o por razas o clases, por algo será, quiero decir, que aunque a determinadas horas del día convivan todos en común donde las reglas sean para todos igual, llega un momento, que si te encuentras fuera del entorno donde convives o te han asignado, es como si estuvieras perdido.

No quiero decir que estén en posesión de la verdad, solo que tratan de conservar cosas que han conseguido a través de los tiempos, basados en historias, reales, irreales, verdaderas o falsas y que quieren trasmitir a esos que los visitan.

Puede que cada parte del mundo sea distinta o diferente, bien por sus creencias o por sus formas de vida, por sus costumbres, por sus modos, quizás por su religión o por sus formas de gobernárlos, aunque la vida debería ser para todos igual, respetada, querida, amada o sencillamente contemplada o admirada, porque si has sido creado, has sido por algo y nadie debería tener derecho a poder destruirte.

Para echar un casquete no necesitas irte a ninguno de los dos polos, quiero decir del norte o del sur, tú solo limítate a echarlo, con quien puedas, donde puedas y con esa persona que te lo permita, que luego nuestra madre naturaleza, se encargará de transportarlo, congelarlo, darle vida, destruirlo o reciclarlo en cualquiera de sus dos polos aunque sean opuestos con sus movimientos de rotación o traslación.

Esta vida sin sentido o con él, incompresible muchas de las veces para cualquiera de nosotr@s, otras difusa, cercana, distante o lejana, dependiendo de las circunstancias, de las situaciones de cada un@, o de nuestra forma de entenderla, no tiene por qué ser un obstáculo, así que no le pongas barreras, limítate a disfrutar, a vivir, a compartir, a respetar o ser respetado, a ayudar, a colaborar o participar.

Cada un@ estamos llamados de alguna manera a poder hacerlo.

Cosas que no pretenden cambiar tus ideas, tus pensamientos, tus sentimientos o tus formas de vida, pero que yo expongo por si pudieran servirte de ayuda.

La tierra o nuestra madre naturaleza que es la que nos da vida, la que nos calza, nos viste, la que nos acoge, la que nos alimenta, nos hace padecer, sufrir o disfrutar, revestida o ayudada por esos rayos solares, que la inundan o fecundan y que hacen que todo fructifique en ella, puede ser también la causante de nuestras desgracias, por la explotación a que la estamos sometiendo.

Si la desvitalizamos, no regeneramos o agotamos sus fuerzas energéticas por muchas que genere o produzca acabaremos por destruirla y con ella a nosotros mismos.

Nada de esto tiene por qué ser real y tampoco tiene por qué suceder.

Solo son ideas, pensamientos, figuraciones, que al igual que esas nubes que se forman o surgen en el espacio, aparecen en mi mente.

Desde mi séptimo cielo.

Un saludo.

Managuper.











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