COSAS DE UN 10 F
No sé bien porque me
viene a la mente este título, cuando en realidad no ha sucedido nada
y posiblemente tampoco vaya a suceder o por lo menos eso espero y
deseo, lo máximo que puede llegar a ocurrir es que todo siga como
hasta ahora, que las putas sigan en el poder, aupadas por ese chulo,
casi guapo, bien parecido, bien trajeado, prepotente, dictatorial,
enérgico, esquivo, huidizo y a decir de sus contrarios okupa de la
presidencia de un país que no lo ha votado y que se ha erigido al
estilo Maduro en máxima figura del mismo.
Solo nos falta empezar a
sufrir restricciones de todo tipo, que lo básico no llegue a los que
tiene que llegar y que la escasez sea nuestra fuente de abundancia,
los años de gloria parece que están pasando, pues estamos pasando
de una etapa de derroche en la que todo tenía cabida, la abundancia
era excesiva y los productores producían todo lo que se les
requería, a esa otra en la que a casi nadie le interesa, bien sea
porque no tienen obreros, porque los sueldos son elevados, o porque
el coste es más elevado de los beneficios que se esperan obtener,
Ahora que ya se sabe o sé
conoce que casi todo es mentira, porque la realidad es esa, que los
políticos son gente improductiva, que se ponen unos sueldos
elevadísimos por no hacer nada, que se dedican a mantener a
parásitos o a toda ese gente que los apoya y que son igual de
improductivos que ell@s, que les siguen en
todos sus mítines y que están dispuestos a que esto siga y a cobrar
su sueldo solo por ir a aplaudirlos o a meter bulto, me parece
vergonzoso que así sea.
Uno que ya está de
vuelta de muchas cosas, porque me ha tocado pasar por todas ellas,
desde la más baja a la media que es lo máximo que podido haber
llegado a alcanzar, porque nunca he aspirado a sentirme en un plano
superior al que puede sentir cualquier normal, porque los anormales
están fuera de toda regla-
Ya lo ha dicho ese que ha
ganado el premio Goya al mejor actor “no sabéis lo que habéis
hecho”, quizás en su palabra se encuentre la verdad, todo lo demás
añadido quizás le haya sobrado, con eso hubiera bastado.
No pienso ir a ver
campeones, ni el reino, ni Carmen y Lola, Superlopez, al igual que no
he visto ni ocho apellidos vascos o catalanes porque seguro que son
películas que ya conozco, o sencillamente me las puedo imaginar, eso
lo dejo para todas esas conciencias sensibleras que pueden llegar a
llorar o sentir sus mismas sensaciones.
No siento compasión ni
ante mis amigos y menos ante mis enemigos, si puedo les ayudo, pero
si no requieren mi ayuda, los dejo en vuestras manos, ya sabréis lo
que hacer con ell@s.
Hace unos días estuve
con mi hijo en las puertas del infierno, un lugar así conocido por
los portugueses-as en un sitio llamado Cascais, lo que quiere decir
traducido al castellano que las vais a palmar, también estuvimos en
Belém, un lugar donde se supone debió nacer Jesús, me faltó por
visitar Nazaret, pero me lo puedo imaginar, también visite Estoril,
el paraíso de los ludópatas, aunque la inversión fue mínima
“cinco euros” para amortizar la entrada y pagar el registro por
quedar fichados.
Solamente me quedé
conscientemente con una duda que es la siguiente: ¿El paraíso donde
se encuentra realmente en mar o en tierra?
Porque si el agua es
generadora de vida, se supone que el paraíso debe de estar ahí, o
si la tierra es productora de todo lo que en ella se cultiva, aunque
necesite del agua para su desarrollo, puede estar aquí.
Si el mar o los mares son el corazón de nuestra madre tierra, los ríos o las corrientes subterráneas, son sus venas o arterias, dejemos que todo fluya de una forma natural, impidamos que sigan arrojando basuras en ellas y que todo siga ese curso que debe ser limpio fluido y puro.
Por tanto os agradeceré
me mandéis vuestras respuestas concretas.
Por lo que y ante la duda
de mis contradicciones, he decido seguir en tierra, no entrar por la
puertas del cielo o el infierno y dejar que estas sigan existiendo,
Aunque me pase dos horas
o más metido en remojo, porque es mi lugar de recreo, donde me
distraigo, me ejercito, disfruto y me lo paso bien o me olvido de mis
dolencias.
Todo puede ser real,
imaginario, o sencillamente producto de tu mente, de la mía o de
otros muchos que como yo pueden sentir lo mismo.
Desde mi séptimo cielo,
ese lugar habitual que suelo ocupar y en el que me siento
identificado, un cordial saludo.
Managuper.
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