COSAS DE ALGO QUE DEBERÍA
DESAPARECER
Ahora que gracias a Dios
ya se han disuelto las Cortes, el Congreso de los Diputad@s, el
Senado, las Cámaras y que todo debería empezar de nuevo, dejemos
que todo fluya normalmente y nos daremos cuenta de que nada de todo
esto, es necesario, que las formas de vida inteligente ya existen
por sí solas y que los sinvergüenzas o es@s
que nos representan o tratan de hacerlo que son una minoría frente a
esa gran mayoría que no queremos que nos representen, sobran en este
país y en otros muchos.
Todo debe tener el mayor
de los sentidos comunes y todo lo que no sea concebido de una forma
común, natural, comprensiva y con sentido de lógica o razonable,
no es natural, todo lo demás es antinatural, erróneo, equivocado y
por tanto debería desaparecer.
La naturaleza que es
natural por sí sola, elimina casi todo lo que no le sirve por sí
misma, transformándolo o convirtiéndolo en algo útil, o inútil
porque no le sirve para nada.
Entonces me surge la gran
pregunta:
¿Por qué los humanos,
nos empeñamos en tratar de transformar todo lo que surge de forma
natural y
queremos convertirlo en
algo antinatural?
¿Para qué?
¿Que sentido tiene?
Lo antinatural, es así,
porque la naturaleza le ha dado ese poder, pero no para que nosotr@s
lo reformemos lo transformemos o le demos otras formas de vida, solo
tenemos que saber aceptarlo como es, convivir con ello y respetarlo.
Que los subnormales
existen tod@s somos conscientes de ello,
que los anormales existen, también lo sabemos, que los inteligentes
o súper inteligentes estén dotados de algo que les hace creerse o
ser distintos a los demás también.
¿Pero a qué nos lleva
todo esto?
A hacer que la vida sea
más fácil, que con todas nuestras virtudes o todos nuestros
defectos o carencias, debemos ser aceptados, repudiados o marginados,
posiblemente la respuesta adecuada sea la primera, porque el que no
sea capaz de aceptar las distintas formas de vida surgidas de forma
natural, antinatural o errónea, acertadas, equivocadas o verdaderas,
no está respetando lo que la naturaleza quiere crear.
Tampoco a es@s
que pretenden cambiar nuestras formas de ser gobernad@s
y que quieren convertir a nuestro reino, algo que no data de ayer o
de antes de ayer sino desde que estos se hicieron católicos, para lo
cual nos tenemos que remontar a varios cientos de años de historia.
Quizás no esté acertado
en mis decisiones o se me note que soy monárquico, pero las formas
demoníacas o democráticas, que todavía no han sido capaz de
demostrarme nada que sea eficaz, salvo que los corruptos, los
inútiles, o los inadaptados son los que nos gobiernan aparte de las
mafias o las gentes que no quieren vivir dignamente.
Desde mi séptimo cielo
un cordial saludo.
Managuper.
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