COSAS DE NUESTRA MADRE
NATURALEZA
El apache, ese que
dispara la flecha o hace que mis escritos se abran, hoy debía estar
durmiendo la siesta, porque cuando me he acercado a mi escritorio y
he intentado dispararla, me decía que no estaba disponible, solo me
ha ocasionado unos segundos de retraso, porque al segundo disparo
estaba perfectamente en alerta y vigilante de todo lo que pueda
suceder en mi entorno.
Los indios son así,
fugaces como estrellas que desaparecen o serviles cuando uno los
necesita, dispuestos a dar todo lo que llevan dentro.
Aunque algunos pueda
parecérles que soy indio porque los defiendo a capa y espada, gente
que no se dedicaba hacer daño a los demás, sino a defender sus
propiedades, sus territorios o sus dominios, soy nómada como ellos,
aunque nunca he dispuesto de un arco o flechas como las que ellos
disponían, quizás porque no las he necesitado o porque nadie se
entrometía en los territorios que cuando era más joven creía
dominar.
La libertad es eso,
dominio, poder hacer lo que quieras, lo que te de la gana, pero
siempre dentro de un territorio que esté libre, que no pertenezca a
nadie, o que si pertenece, se lo puedas arrebatar sin
enfrentamientos, luchas o sencillamente demostrándole que lo has
conquistado, porque nadie se opuso a que lo hicieras.
Claro que para eso están
todos esos que se creen dueños de todo, aunque no sean dueños de
nada, que especulan con todo, que se encargan de crear leyes
absurdas, ridículas o a través de la fuerza o los poderes que se
confieren, tratan de arrebatártelas.
La tierra no pertenece a
nadie, porque es un planeta que pertenece a tod@s,
por lo tanto cualquiera de sus habitantes, seres, plantas o cosas
insignificantes que haya dentro de ella, tienen derecho a ser
respetados.
Que tu hayas comprado
algo y por el mero hecho de haber pagado un precio, no te da ningún
derecho a ser su propietario, solo te da derecho a poder disfrutarlo
durante un periódo de tiempo determinado, transcurrido el cual,
todos los derechos deberían transcribir o caducar.
Cuando uno nace, lo hace
sin nada, quiero decir en cueros y en pelotas, y cuando uno muere
ocurre lo mismo, por lo tanto por qué tienen que existir las
herencias, las propiedades, los legados, o todas esas cosas que
existen cuando una persona fallece.
Quizás si todo esto
desapareciera, todo fuera un poco más justo de lo que es ahora.
Si nadie se puede llevar
nada de todo lo acumulado y cuando se marcha lo tiene que dejar ahí
¿Que sentido tiene que
alguien lo disfrute en tu nombre?
Quizás ninguno.
Porque solo servirá para
decir: !Que gilipollas fue mi padre, mi madre, mi tío, mi abuelo, o
el subsodicho que se lo dejara¡ que se privó de un montón de cosas
para dejármelas a mí.
Por tanto si un día
nuestra querida Hacienda, o esa que dicen pertenece a tod@s
dijera: ¡Hasta aquí hemos llegado! Y vuestro patrimonio pasara a
ser mío o de tod@s, una vez que se os
olvide seguir respirando.
Estaríamos hablando de
algo justo, legal y posiblemente correcto.
Si todo esto fuera así, seriamos tod@s más generosos, más desprendidos, menos egoistas, menos ambiciosos y mejores de lo que somos.
Si todo esto fuera así, seriamos tod@s más generosos, más desprendidos, menos egoistas, menos ambiciosos y mejores de lo que somos.
Pero la justicia humana,
dista mucho de ser justa, porque cada uno la suele interpretar a su
manera, intentando arrimar el ascua a su sardina o favorecerse de una
forma ilegal sin pensar en el daño que se puede ocasionar a los
demás.
No temáis por lo que
digo, ya que vuestro patrimonio, no está en peligro todavía, seguid
acumulando, aunque no os lo podáis llevar, alguien lo disfrutará en
vuestro nombre.
Nada puede ser real,
todo es imaginario, o cosas que aparecen en mi mente un día tal como
el de hoy.
Sed felices y disfrutad
lo poco o mucho que os quede de vida.
Desde mi séptimo cielo o
este lugar que habito u ocupo en el inmenso espacio.
Un saludo.
Managuper.
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