viernes, 21 de abril de 2017

400 Y AL TERCER DÍA RESUCITÓ

Y AL TERCER DÍA RESUCITÓ

O por lo menos eso es lo que dicen las escrituras, después de todos estos días de recogimiento, de procesiones, de desfiles, donde los ruegos suplicas y oraciones habrán llegado hasta lo más alto para tratar de convencer a todos esos que no son creyentes con una fe, fuera de lo normal, quizás excesiva, egoísta o excéntrica.

Lo que no entiendo, es por qué se tienen que seguir celebrando cosas que sucedieron hace algo más de dos mil años y que se vivan con esa realidad que se trata de plasmar ante una sociedad creyente, incredúla o que trata de mofarse de algo irreal, real o simplemente figurativo.

Que haya esculturas que así lo representan, me parece bien, porque la historia, es solo eso, algo que sucedió en un tiempo pasado y que no tiene por qué volverse a repetir.

Me parece bastante absurdo que haya personas que traten de meterse en el papel de él y que lo vivan de una forma que dista mucho de ser real, quizás será porque la vida es puro teatro y cada uno lo interpreta según lo entiende.

Quizás esos fanáticos, esos seguidores o gente que se encarga de difundir algo que pudo ser real, irreal o ficticio, porque ninguno de ellos estuvo presente para poder demostrarlo, salvo que se hayan reencarnado.

Dicen que la religión es puro fanatismo, da lo mismo, sea cristiana, musulmana, budista, islámica, hinduista o judaica, aunque haya otras muchas, quizás porque nadie está en posesión de la verdad.

¿Cual de ellas es la menos mala?

Quizás esa que respete los derechos de todos los demás, que te haga sentir como eres, y que te admite como eres, con tus defectos y virtudes, con tus carencias y necesidades.

¿Pero como entrar en ellas o como ser participe?

Solo se puede acceder a ellas, mediante la meditación, el culto, la concentración y la reflexión sobre uno mismo.

Cuando seas capaz de ponerte a la altura del ser más insignificante que puebla este planeta, por pequeño que te parezca, diminuto, simple o ridículo que te parezca, porque si están ahí, ha sido porque alguien los ha creado, que posiblemente ha sido el mismo que te ha creado a ti.

Nada ni nadie puede ser superior a ese que te ha dado vida o te ha creado, por lo tanto todos los demás estamos supeditados, limitados o sujetos a unas normas de convivencia que son las que este nos dicta.

Para que te respeten: respeta
Para que te valoren: valora
Para ser feliz: participa
Para disfrutar: colaboran
Para crear: Imagina
Para amar: hazlo aún sin ser correspondido
Para dar: da siempre lo mejor de ti mismo
Para trabajar: Es un deber, hazlo

Los parásitos, nunca han estado bien considerados porque eso de vivir a costa de lo demás no está bien visto, aunque los haya en todas las sociedades, ya sean de origen animal, vegetal, política robótica o de otra índole

Me fastidia bastante que esos parásitos conocid@s como polític@s, se estén enriqueciendo a costa nuestra y que encima traten de gobernarnos sin pegar un palo al agua, o llevándose esos beneficios que debería producir un canal conocido con el nombre de Isabel II.

Y menos aún que sigan disfrutando de plena libertad:

¿Hasta cuando vamos a tener que soportar estas injusticias?

Los parasit@s deben ocupar su sitio en esta sociedad, pero sin que nos lleguen hacer imposible la vida a los demás, porque para eso se han inventado los antiparasitos.

Los corruptos o esos que se lo están llevando a manos llenas, sean del partido que sean, deben abandonar el poder, dejar de gobernarnos o enriquecerse a costa de los demás.

Queremos gente sensata, prudente, moderada y legal, que sepa administrar las riquezas que generamos y distribuirlas correctamente.

Desde mi séptimo cielo, mi lugar habitual, o ese espacio que ocupo.

Un saludo.

Managuper.
























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