FIN DEL MUNDIAL 2014
Se acabó el mundial y ha habido un justo vencedor, los menos ruidosos,
los menos numerosos y posiblemente los menos creyentes en que esto del fÚtbol
sea una religión más que un deporte.
Aunque las fuerzas han estado niveladas por ambas partes y se han
necesitado de esos minutos de prórroga para saber quien era el vencedor que al
final han sido los alemanes, quiero decir que los profetas no han sido profetas
en su tierra.
Por tanto los argentinos con su astro rey a la cabeza o el Messi…As, en
el que tenían puestas todas sus esperanzas para haberlo convertido en su dios o
en el Mesías, les tocará esperar otros cuatro años para volver a intentarlo, de
momento se tienen que conformar con ser subcampeones.
El problema no es perder, sino la cara de gilipollas que se les queda a
esos que los van siguiendo a todas partes.
Los brasileños, tampoco tuvieron ayer su día, pues los tulipanes dieron
también buena cuenta de ellos endosándolos primeramente uno, luego otro y a lo
último un tercero.
Así que tendrán que ir a predicar a otra parte donde los quieran
escuchar, yo me iría a China concretamente, un país que para ser lo numerosos
que son, en esto del balompié no han triunfado todavía, algún día les llegará.
Pero se ve que Buda todavía no se ha prodigado en esto del fútbol
todavía, o que Mao que es su profeta les inculcó eso otro de que lo suyo era el
trabajo, porque el trabajo les dignifica y del deporte o más concretamente de
fútbol se ve que no les dijo nada.
O sencillamente porque no lo han mamao, aunque amen a Mao.
Pero ya veréis como el día que den en practicarlo saldrán un montón de
jugadores tan buenos o mejores que los que hay y además mas baratos o cobrando
bastante menos, porque son mano de obra más barata, lo mismo sale algún Bruce Lee que es capaz de meter goles acrobáticos.
Como hay tantos, la competencia será mayor y tendrá que haber una ley
de oferta y otra de demanda, porque sino será un barullo.
Os digo yo que al final, van a ser el gran motor de este mundo, el
único problema que les veo, es que escriben con casitas y las casitas están
bien para vivir en ellas pero no para escribir.
Y ahora que ya por fin se ha acabado el mundo de la cultura de la
incultura podemos dar por concluido este ciclo.
Desde mi lugar habitual punto y final.
Managuper.
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