COSAS DE UNA SANCIÓN DE PESCA
Hace cuestión de una
semana, más o menos, me encontraba pescando en la charca de un
pueblo de esta provincia donde hasta ese día no había estado
anteriormente, según fuentes de rumorología bareña, me habían
dicho que salían tencas, madrugué y con un amiguete unos años
mayor que yo me fui a dicho lugar y a las siete y treinta A.M.
estábamos en dicho lugar .
Las primeras capturas
llegaron al salir el sol.
En un cubo con agua de la
misma charca las iba depositando, sin tener en cuenta su medida, pero
he aquí que sobre las diez de la mañana, aparecen en moto dos
agentes del medio ambiente, nos piden la licencia y el carnet de
identidad, se lo mostramos y nos dicen que les enseñemos las
capturas que habíamos efectuado, meten la mano en el cubo y sin
medirlas previamente y a ojo de buen cubero dicen ésta no da la
medida, ésta otra tampoco y ésta otra tampoco, sueltan las que
creen conveniente y nos dicen lo siguiente:
Le tengo que sancionar
porque estaba usted en posesión de unas tres o cuatro que no daban
la medida correspondiente, a lo que yo le replico: todavía no me
he marchado de la charca, antes de marcharme tenía pensado medirlas
y soltar las que no dieran la medida.
Y el señor agente me
informa que hay que medirlas en el momento de cogerlas y si no dan la
medida soltarlas inmediatamente, a lo que le contesté: bueno pues
si tiene que sancionarme hágalo usted que ya recurriré.
Pienso que con una simple
advertencia, hubiera sido más que suficiente y se hubiera evitado
todo lo que tengo que exponer a continuación.
De las diez o doce
personas que nos encontrábamos pescando en ese momento, no vieron mi
ojos, ni a uno solo, devolver al agua alguna porque no dieran la
medida, en algún sitio las tendrían guardadas.
Lo que ven mis ojos o
escuchan mis oídos, nadie me lo puede negar, me pillaron de pardillo
porque pensé que si las tenía en agua en un cubo, no estaba
cometiendo ningún delito.
¿Entonces me pregunto
yo?:
¿Qué daño he
ocasionado, cuando el señor agente en persona se ha encargado de
devolver al agua vivitas y coleando esas que él creía y siempre
bajo su criterio, porque no me demostró que no dieran la medida con
un método directo como podría ser una regla para medirlas?.
Si no que se basó en
una medida ficticia como puede ser la palma de su mano para saber si
daban o no la medida, supongo que se la habrá medido con exactitud
para saber desde donde hasta cuando debe llegar esa marca.
También me amenazó con
que me podría quitar las cañas, aunque no lo hizo.
Pero considero que esos
no son los métodos correctos, para acusar a alguien de que está
cometiendo un delito, hay que demostrarlo con pruebas fehacientes y
reales y así y todo pueden surgir dudas.
Es su palabra contra la
mía, pero yo no soy quien para juzgar a nadie o decir lo que está
mal o bien hecho.
Solo sé que nos traen
ustedes perseguidos como si fuéramos malhechores,
También sé que el
desconocimiento de la ley o la ignorancia no eximen a los culpables
de no conocerla, pero también creo que cuando renuevan ustedes la
licencia, deberían mandar un folleto a cada pescador con las nuevas
normas que se hayan aprobado a pesar de publicarlas en algunos medios
o en internet, porque no todo el mundo dispone de los medios
apropiados para poder informarse.
Preocúpense ustedes de
perseguir a esos señoritos que se pueden permitir el lujo de pagarse
un coto y de vigilárlos un poco más de lo que lo hacen, porque
según algunas de los fotos que me suelen enseñar algunos o bien sus
capturas, alardean de las que han hecho y presumen de haberse traído
treinta o cuarenta cuando lo permitido son seis.
Yo casi no me puedo
permitir el lujo de asistir a un coto, porque hay que desplazarse
muchos kilómetros y porque tampoco me lo dan a pesar de haberlo
solicitado varias veces, ya que parece ser los cupos están dados
desde primeros de año y no hay vacantes.
Llevo más de dos meses
intentando conseguir un coto para ese amiguete que me acompañó y
para mí, porque tiene interés en ir a la Santa Espina,ya que según
parece salen muchas y muy grandes, aunque yo trato de disuadirlo y
convencerlo de que no merece la pena desplazarse 120 kilómetros para
coger 6 que son las permitidas, lo he solicitado por teléfono al 012
y por internet y a pesar de que se me ha dado unos números de
solicitud 350989, 354197 y 354200 y haberlo hecho a las 8 en punto
de la mañana y de ser la primera vez que lo solicito, no se me ha
concedido, pues para el 22 de Agosto creo recordar había dos
vacantes, pero alguien se me debió adelantar.
Y preocúpense ustedes
de repoblar algunas charcas de esta provincia y no solamente los
cotos, para que esas personas mayores y con pocos medios, puedan ir a
pescar o pasar un rato agradable, tratando de coger alguna tenca.
Yo no sé si son ustedes
los encargados de repoblarlas, solo sé que se adueñan ustedes de
las charcas y de los ríos como si fueran de su propiedad, para que
solo lo disfruten esos señoritos que se pueden permitir el lujo de
pagar un coto y que en el doble fondo de sus chalecos, pueden
esconder algunas de las capturas realizadas.
Pero claro como éstos lo
pagan por partida doble, no se encargan ustedes de vigilárlos y le
importa muy poquito las que se lleven.
A pesar de tener
cumplidos los sesenta y seis años, sigo pagando mi licencia de
pesca, porque no me gusta tenerla gratuita, pienso que si todo el
mundo contribuyera con su pequeña aportación de quince euros, sería
mejor para todos.
El emperador Carlos V era
un gran aficionado a las tencas siendo el que las introdujo en este
país y cuando se retiró al Monasterio de Yuste, mandó repoblar
varias de las charcas de su entorno y los extremeños, han tomado
buena nota de ello y lo siguen haciendo, sigan ustedes su ejemplo.
Por lo tanto no es una
especie autóctona y podría considerarse una especie de esas que
ustedes llaman invasoras, ya que fueron importadas no recuerdo bien
si de los países bajos.
Pienso que muchas de las
charcas existentes en la mayoría de los pueblos, se podrían
repoblar, donde suele ir a beber el ganado como rebaños de ovejas y
que deberían ser los ayuntamientos de esos pueblos, los que deberían
conceder el permiso para pescarlas o los encargados de repoblarlas,
aunque cobraran algo que no fuera excesivo y que controlaran las
capturas que se lleven, esto podría crear un puesto de trabajo para
alguien del pueblo que estuviera en paro, aunque solo fuera temporal,
pues si van diez o quince personas diarias a pescar, le daría para
pagar a esa persona que controlara las que pescas o te llevas.
Esto solo serviría para
promocionar al pueblo y darse a conocer a través de una cosa tan
simple como ésta..
Solo es una pequeña
sugerencia que se me acaba de ocurrir, y que no tienen ustedes que
poner en práctica si no quieren.
Normalmente casi todas
las capturas que realizo, las suelo compartir con esos amigos
mayorinos que no pueden ira pescarlas, algunos de ellos casi
incapacitados o con poca movilidad.
Y si se me tiene que
sancionar por haber incumplido algo que no consideran ustedes legal,
pues háganlo, pero que el importe de mi sanción sirva para
repoblar esas charcas que reivindico en esos pueblos de la zona donde
habito, para que esas personas mayores puedan divertirse con sus
capturas.
Todo el mal que se
puede hacer con un par de cañas, siempre será inferior al de esos
que se dedican a capturarlas con redes de arquillo o trasmallos.
Pescando desde la orilla,
porque por no tener no tengo ni botas de agua, el daño que puedo
ocasionar al medio ambiente considero que es mínimo, no como esos
señoritos que se meten con sus trajes de agua y patean el río
espachurrando todo lo que pisan, porque tanto bogas, cachos barbos y
otras especies, suelen desovar más tarde que las truchas, esos si
que joden el medio ambiente, pero como los autorizan ustedes, no pasa
nada.
Tampoco me parece bien
que uno que vaya a pescar cangrejos, se los tenga que traer muertos
del lugar de origen, porque al tratarse de un marisco o crustáceo,
se pueden estropear con el calor y los perjuicios para esa persona
que los coma, pueden ser mayores, como los de una intoxicación.
Otros ocasionan daños
mayores o se apropian de cosas que no deben.
Espero ser juzgado como
debo y si ustedes no quieren encargarse de repoblarlas, dejen que
otros lo hagan, como han hecho con los cangrejos de las marismas y
otras especies no deseadas, que suelo encontrar en muchas de las
charcas que recorro y que no creo que hayan llegado solos.
Posiblemente muchos de
los males, se deriven de ahí, de gente que siente frustrada por no
poder acceder a determinados sitios o porque solo están reservados
para esos que se lo pueden permitir, que cansados de tales desmanes,
quizás se venguen soltando especies que no son las autóctonas o de
la zona, aunque ustedes también han cometido algunas
irregularidades, soltando alburnos para que se alimenten esos
salmones del coto de Villangonzalo o percasoles para exterminar al
lucio, además de Black Blas, carpas y otros por mencionar algunos
especies que han proliferado como la peste en nuestro río Tormes,
donde antes no existían ninguna de ellas.
El mal o el daño ya está
hecho, ahora el problema es ponerle remedio.
Los ríos deben ser de
todos y las charcas también, me parece muy bien que haya zonas
vedadas, donde la pesca se pueda reproducir de forma natural.
Pero que los cotos y
determinados embalses, charcas o lagunas, sean solo para cuatro
señoritos no me parece nada justo, el tiempo de los sinvergüenzas
debería haber pasado ya, seamos un poco más justos con todos y si
queremos que haya igualdad entre todos, que los derechos y las
obligaciones, sean para todos igual.
Revisen ustedes sus
leyes, actualícenlas al día de los tiempos que corren, y dejen de
poner cosas absurdas como esa de desinfectar unos botas o un traje y
lavarlos con lejía cosa que estoy seguro que nadie hace o cumple.
No soy quien para imponer
normas o dictar leyes, solo les pido que sean ustedes un poco
coherentes con lo que les digo y procuren asesorarse un poco de
personas que conocen el medio ambiente también o mejor de lo que
ustedes lo conocen.
Y arreglen algunos
caminos por los que uno puede acceder a determinados sitios, que
están llenos de baches o limpien un poco las margenes de los ríos.
Esto solo iría en
beneficio de todos, de esos que pagamos nuestra licencia de pesca
religiosamente y que deberían ustedes de cuidar un poco más de lo
que lo hacen, en lugar de perseguirnos como lo hacen.
Aunque también me
gustaría que le dieran ustedes el poder a esos ayuntamientos que
disponen de charcas en las que se podrían repoblar para que las
limpiaran , las fondearan o limpiaran un poco, solo haría falta
dotarlas de unas algas u ovas para que estas se reprodujeran sin
ningún problema en un ambiente idóneo y esperar un par de años a
que se hicieran grandes.
Esto solo es sueño que
acabo de tener y que algún día me gustaría ver convertido en
realidad.
Y en lugar de regalar licencias a esas personas mayores, a las que luego no tienen ningún reparo en sancionar, si les pillan con alguna que no de la medida, aunque cobren la pensión mínima, cobren ustedes las licencias que emiten, que quince euros, se los pueden permitir pagar hasta los más pobres o que se lo quiten de otros vicios o de estar todo el día en el bar o de fumar, como dicen en mi pueblo: “lo regalao ni agradecio ni pagao”.
Alguien que suele ser
bastante respetuoso con el medio ambiente y que no suele dejar bolsas
de plástico, latas, botellas, paquetes de tabaco u otras basuras que
me suelo encontrar en esos lugares que suelo frecuentar.
Ahora que si lo que
pretenden ustedes es que dejemos de ir a pescar, están a punto de
conseguirlo, sigan haciendo las cosas igual de mal y pongan cada vez
más trabas o impedimentos y lo acabaran consiguiendo.
Cuando nada tenga remedio
o esa gran mayoría de los que viven de esos que aportamos nuestra
cuota y los manden a todos ustedes al paro, porque no hará falta que
nadie vigile lo que ya no es necesario vigilar, debido a la especies
que llaman invasoras y que pretenden ustedes que descastemos los que
no las hemos introducido, vendrán las lamentaciones.
Miren ustedes, en
Extremadura de donde soy natural por haber nacido allí, aunque vivo
en Salamanca y corre sangre charra por mis venas, lugar que suelo
frecuentar bastante, repueblan la mayoría de las charcas y en muchas
de las fincas, suelen tener una puertecita pequeña de acceso para
que no se salga el ganado y para que la gente pueda ir a pescar,
coger espárragos, setas, cardillos, criadillas u otras cosas que nos
brinda la naturaleza y nadie pone impedimentos.
Cosa que no ocurre aquí
en Salamanca, que si te ven te expulsan, comprendo que hay gente
desaprensiva y que a lo mejor se llevan lo que no deben, pero todos
no somos igual.
Si las aguas no son
privadas y son propiedad un poco de todos y no cometes ningún
atropello.
¿Por qué ciertas
prohibiciones?
Cuando dejas el coche en
el camino y te acercas a la charca andando procurando no molestar al
ganado.
Me gustaría recibir
información de todo lo que les pregunto para saber a que atenerme.
Puede que los extremeños
tengamos fama de ser unos vagos, como dijo el señor Duran i Lleida y
que son ellos los que los pagan el PER y que nos pasemos todo el día
en el bar, cosa que no es cierta y que hoy he leído en prensa
corrobora el President Balear, un señorito inglés al que de buena
gana invitaría a dejar el cargo y a abandonar este país, o que no
debería gobernarnos por ser extranjero al igual que han hecho otros
muchos y que deberían haber sido deportados a sus países
respectivos, por hablar sin conocimiento previo o de causa.
Esa región para muchos
desconocida, hoy podemos decir que es una de las despensas de España
y de Europa, la mejor productora de productos del cerdo ibérico o
de cerezas como las del valle del Jerte o el mejor pimentón de la
Vera y otros productos hortícolas o vinícolas de la rivera del
Guadiana, y también de los mejores lechazos que se venden a un
precio asequible para la mayoría de las personas, además de una de
las mejores zonas de caza, porque para algo es el paraíso de las
aves, del cerdo ibérico y de los extremeñ@s, donde veraneaba un
gran poeta, en un pueblo tapado por un pantano del Tajo y del pueblo
de mi padre y de mi hermano mayor (Frades de la Sierra) llamado
Gabriel y Galán que nos dejó sus mejores poesías extremeñas y
también tierra de conquistadores como Francisco Pizarro y Hernán
Cortés, ésto lo pongo para esos perfectos desconocedores de nuestra
cultura o analfabetos, que quieren independizarse o gobiernan algunas
autonomías, para que se ilustren un poco y hablen con un poco de
conocimiento de causa.
Aunque llevo desde mi
infancia siendo pescador, o sea durante algo más de sesenta años,
no pretendan darme ustedes sopas con honda o hacerme comulgar con
ruedas de molino, que si alguien debe repartir hostias, quien debe
repartílas, deben de ser los profesionales o esos que están
autorizados para dárlas y no ustedes ni los sabuesos que tienen
ustedes destinados a que nos vigilen, mándelos a vigilar los cotos
o a esos señoritos que se llevan bastantes más de las que la ley
les permite.
Posiblemente a mi nunca
me pillarán en ninguno de ellos, porque suelo hacerlo en los pocos
tramos que nos dejan libres.
En espera de una
resolución favorable quedo de Vdes.
Atentamente.
Managuper.
Sigue un anexo.
ANEXO
Tengo
que añadir que después de seis meses o casi siete que hace me
dijeron lo de la sanción, no me ha llegado todavía, puede que a lo
mejor el señor agente de medio ambiente, se arrepintiera, viera otro
expediente sancionador de otra ocasión que también quisieron
hacerlo y no lo consiguieron, porque mande mi recurso correspondiente
y fueron devueltas también a su habitat natural, o puede que alguien
haya tenido acceso a este escrito y quizás se lo haya mandado, para
que sepa la que le espera.
Porque
lo que estoy seguro es que no se le ha olvidado.
Por
fin este año voy a poder llevar a ese amiguete mayorín que tengo, a
la Santa Espina, y quitarle esa espina que tiene clavadita, porque he
solicitado un coto para él y para otro amiguete que le acompañara,
aunque quizás también vaya yo, pero no llevaré las cañas, por
tanto me tendré que conformar solo con ver como las pesca.
Algún
día quizás los extremeños se dediquen a cultivarlas o criarlas en
piscifactorías o charcones donde puedan alimentarlas y explotarlas
comercialmente, el día que esto suceda, a lo mejor nos inundan el
mercado y entonces ya no tendremos necesidad de ir a buscarlas y
tendremos que colgar las cañas, con lo cual nos saldrán mucho más
baratas.
Desde
mi séptimo cielo, un saludo.
Managuper.
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