COSAS REALES, IRREALES O
FANTASÍAS
Ya está mi apache
favorito, o ese que se dedica a abrir estas páginas con su flecha a
las cuatro de la tarde, hora en que casi todo el mundo se encuentra
durmiendo la siesta o pegando una pequeña o gran cabezada en torno a
una caja tonta que casi nadie escucha o nadie mira porque sus
parpados no se lo permiten, ya que se le caen o se cierran como si
fueran persianas manipuladas por una mano automática que les deja en
la más absoluta de las oscuridades.
Yo no suelo dormir ni por
la noche, así que como para hacerlo durante el día, pero bueno así
tengo más tiempo para pensar, para meditar o sencillamente para
sentirme vivo.
Para mí no representa un
obstáculo el dormir o no, sencillamente lo acepto, quizás porque
siempre me ha tocado madrugar quizás un poco más de lo debido al
trabajo o a trasnochar cuando quería ir de fiesta, ahora no necesito
ni lo uno ni lo otro, pero se conoce que el cuerpo ya se ha habituado
y el reloj sigue con su tic-tac latiendo en mi interior.
Normalmente no necesito
despertador, aunque lo suelo poner como medida de precaución, pero
casi siempre suelo estar despierto una o dos horas antes de lo
previsto.
Así pues los mirlos que
suelen ser los madrugadores o trasnochadores, porque no sabría
deciros si a las cinco de la mañana se van acostar o se acaban de
levantar, son los primeros que me sorprenden con sus cantos, a éstos
les siguen los pardales, que con sus piares nos anuncian la llegada
del nuevo día, o el ronroneo delas palomas o tórtolas a los que
también se une el canto de una de mis mascotas favoritas o de mi
perdigón, que nada más que empieza a clarear el día me canta:
!levántate! !ya se ve! o !despiértate! Y así lo repite una y otra
vez hasta que consigue que me ponga en pié.
Después de que todos
estos maravillosos seres alegren mi despertar con sus trinos o
cantos, viene todo lo demás, normalmente tareas hogareñas, porque
no tengo nadie que me las haga, aunque de momento no necesito a nadie
que me eche una mano, porque todavía me las puedo bandear o valer
por mi mismo.
Luego vienen los ratos de
relax, deporte o actividades programadas o no programadas, compras,
vino con esos que tenemos como amigos u otras cosas sin importancia o
con ella.
A continuación hora de
la comida, pequeños placeres para paladares más o menos exigentes,
café chupito, vagueo o ganas de hacer poco.
Tiempo libre para hacer
lo que te de la gana, leer, escribir, escuchar música, ir al cine,
pasear u otras actividades.
Hasta la hora de la cena,
donde si no tienes quien te la ponga lo tienes que hacer tú, lo
mismo que a la hora de la comida o del desayuno.
La satisfacción está o
se encuentra en saber que eres una persona válida, que puedes
servirte a ti mismo y que no eres o te consideras un inútil o una
carga para nadie.
Cuando te veas solo y
tengas que aprender a enfrentarte a todas las adversidades que se te
presenten en la vida, estarás aprendiendo una gran lección que yo
no te quiero dar, porque para eso estás tú que eres el que lo va a
vivir.
Lo real, lo irreal, lo
fantástico o lo absurdo de esta vida, consiste en eso, solamente en
eso, no hay que darle más vueltas ni tampoco es necesario volverse
loco.
Ahora me voy a meter un
poco con esos deportistas de élite que nos quieren poner como
ejemplo, que no cumplen con sus deberes, que eluden impuestos, que se
lo están llevando en crudo y que deberían estar en la cárcel,
jugando con los presos comunes o no comunes.
Si yo que soy un humilde
pensionista que después de cuarenta y dos años y medio de servicio
a la sociedad, estoy recibiendo un pensión mínima o máxima por
los servicios prestados, de la que no puedo eludir nada, porque ya se
encargan de retenérmelo.
¿Por qué no se hace lo
mismo con esa gente?
¿O con los políticos?
Considero que tanto
Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar, el presidente del Real Madrid o del
Barça, o cualquier otro que lo intente, ya sean del mundo del
espectáculo, de la política, del teatro, de la música o la danza,
deberían estar unos años a la sombra o privados de esa libertad de
la que están gozando, porque no están estafando a tod@s.
O que se vayan a sus
países respectivos a ofrecer su pobre espectáculo, pero primero
que paguen lo que deben o si no quieren pagar con materia prima, que
lo paguen en la cárcel.
Aunque el ir a la cárcel
hoy en día casi es un privilegio, solo me remitiré a un caso
conocido por todos, el caso del señor jefe de la guardia civil el
señor Roldán que estuvo en la cárcel de Brieva, una cárcel de
mujeres, para que pudiera disfrutar de todas las putas que había
dentro de ella.
Como hagan con todos lo
mismo y puedan seguir gozando de los privilegios que tienen de por
vida, mejor es que no los manden a ella, aunque a mí a más de uno
me gustaría verlos en la cárcel de Madagascar.
Desde mi séptimo cielo,
donde de momento ni los más humildes o justos tienen cabida, un
saludo.
Managuper.
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