COSAS DE UN VIAJE A BURDEOS
Ayer regresé de un viaje a Burdeos, esa ciudad bañada por el Garona y
mayoritariamente establecida en la margen izquierda del discurrir de las aguas
del mismo, una ciudad realmente joven, destruida y reconstruida nuevamente, de
la que se conservan muy pocas cosas, lo mas notable quizás es la iglesia de
Saint Michel de estilo gótico y un par de arcos o tres de una fortaleza que de
poco le debió de servir o que no han querido reconstruir, los relatos de
nuestra guía, solo se remontaban a los siglos dieciocho y diecinueve, bien porque no conociera mucho la
historia de la misma o porque no quieren contar todo lo sucedido en los siglos
o años anteriores, porque a lo largo de todo su historia ha sido puerto
primeramente donde se transportaba estaño y acero en la época que los romanos expandieron su
imperio y posteriormente exportando esos vinos que se producen en la zona.
Lo más importante a reseñar de la misma, quizás sea la iglesia de Saint
Michel con el campanario o torre separado
de la iglesia, espectacular por su altura 114 metros , la catedral
de San Andrés, el mal llamado puente de piedra, sobre el Garona, porque su
construcción o gran parte de él es de ladrillo, el gran teatro, la plaza de la
bolsa con la fuente de las tres gracias, derramando un liquido elemento, de
color rosáceo como si fuera vino y frente a estas un lugar conocido como el
espejo donde cada media hora pulverizan el agua durante cinco minutos que es el
reflejo y lo convierten en densa niebla de una metro de altura para refrescar a
los paseantes o a l@s niñ@s que quieran perderse entre ella.
Como no tienen metro, porque el suelo posiblemente no es rocoso, sino más
bien arenisco, el medio de transporte, es el tranvía, los buses y las
bicicletas, ya que el terreno es totalmente llano.
De ahí fuimos a visitar los famosos chateaux de Saint Emilión que deben
su nombre a un ermitaño que se retiró a vivir en una especie de cueva y
posiblemente una de las zonas donde se producen los vinos de más calidad de la
zona, donde por cierto los castillos brillan por su ausencia, son casas
solariegas o de campo convertidas en bodegas pero nada más, el pueblo que
recibe este nombre es de estilo medieval, situado en una pequeña colina donde
hay un cementerio excavado por los seguidores de este santo en una especie de
galería o de catacumba, también construyeron una capilla monolítica en la que
como los habitantes serían pocos o más bien escasos, entrarían casi a rezar por
turnos.
Fuimos a visitar una de dichas bodegas, propiedad de un descendiente de
nuestra patria no sé si navarro a aragonés, supongo que aragonés, porque
comercializa un vino con el nombre de su padre o abuelo llamado Joseph Aragonés,
el problema es que se apellidaba Puyol y claro los que pensaron mal, lo
relacionaron enseguida con el ex honorable de catalunya, degustamos sus vinos
que dentro de lo malo tenían un precio más o menos asequible a nuestros bolsillos
y quien quiso compró alguna de sus botellas.
Después de comer en Saint Emilión, donde nos pusieron una comida casi
de la época medieval o bastante peor, fuimos a visitar otra bodega donde se
producen los vinos del priorato, llamados así porque se los vendían a unos
monjes, bastante más caros y no de mucha mejor calidad, aunque los siguen
recolectando de forma manual cosa que los encarece casi el doble, porque el
aragonés, los recolectaba con una maquina prodigiosa que habrá amortizado con
la primer cosecha y con un solo empleado las doce hectáreas que tenía.
Regreso al hotel de estilo victoriano en Burdeos, uno de la cadena
Mercure y al siguiente día visita a la duna de Pilat en la zona de Arcachón,
una de las más altas o la más alta de Europa a decir de nuestra guía y donde
veranean algunos de los personajes más ilustres o famosos, rodeados o
escondidos entre pinos madereros, fresnos y madroños, la duna es una gran
montaña de arena, (aunque más que arena parecía harina por lo fina que era) con
más granos de arena que habitantes tiene el planeta multiplicados por
1.000.000, siempre según mis cálculos grano más o grano menos, yo me traje unos
pocos en mis zapatos para que no hubiera tantos.
Otro día y ya de regreso para atrás, visitamos Biarritz donde su playa
principal, se convierte en la reina de las playas, visitada por reyes,
gentelman o gentiles hombres y mujeres de nobleza y otros poderosos, donde el
lujo y la extravagancia no tienen limites posiblemente, comimos en la terraza
de un restaurant con vistas a una pequeña cala unos mejillones que parecian de roca
exquisitos y a la plancha amén de otras cosas y montamos en su trenecito, visitamos
a la Virgen de
la Roca , porque
está encaramada en lo mas alto de una de ellas, que bien podría ser la de
Lourdes, la de Fátima, la
Virgen Blanca o la del Carmen, pero que aquí se la llama así.
Nuestro siguiente destino era Donostia o un hotel situado a 10 km . de ésta y que recibe
ese nombre precisamente HK10 cenamos en Donostia en una sociedad gastronómica,
donde nos atendieron de maravilla y nos encontramos con otros compañeros que
habían venido por su cuenta y pernoctamos en dicho hotel.
Al día siguiente visita al monte Igueldo, La Playa de la Concha y el casco histórico
o antiguo, chiquiteámos por sus bares típicos, comimos en el hotel y regreso a
nuestros puntos de partida.
Mi séptimo cielo estaba vacío, pero ya he llegado otra vez para ponerme
en contacto de nuevo con esos pocos seguidores que tengo.
Portaros bien, sed buena gente y ayudaros unos a otros, divertiros,
pasarlo bien y disfrutad, daros una escapada de vez en cuando y sed felices.
Un saludo.
Managuper.
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