sábado, 18 de octubre de 2014

291 COSAS DE UN VIAJE A BURDEOS

COSAS DE UN VIAJE A BURDEOS

Ayer regresé de un viaje a Burdeos, esa ciudad bañada por el Garona y mayoritariamente establecida en la margen izquierda del discurrir de las aguas del mismo, una ciudad realmente joven, destruida y reconstruida nuevamente, de la que se conservan muy pocas cosas, lo mas notable quizás es la iglesia de Saint Michel de estilo gótico y un par de arcos o tres de una fortaleza que de poco le debió de servir o que no han querido reconstruir, los relatos de nuestra guía, solo se remontaban a los siglos dieciocho y  diecinueve, bien porque no conociera mucho la historia de la misma o porque no quieren contar todo lo sucedido en los siglos o años anteriores, porque a lo largo de todo su historia ha sido puerto primeramente donde se transportaba estaño y acero  en la época que los romanos expandieron su imperio y posteriormente exportando esos vinos que se producen en la zona.

Lo más importante a reseñar de la misma, quizás sea la iglesia de Saint Michel con  el campanario o torre separado de la iglesia, espectacular por su altura 114 metros, la catedral de San Andrés, el mal llamado puente de piedra, sobre el Garona, porque su construcción o gran parte de él es de ladrillo, el gran teatro, la plaza de la bolsa con la fuente de las tres gracias, derramando un liquido elemento, de color rosáceo como si fuera vino y frente a estas un lugar conocido como el espejo donde cada media hora pulverizan el agua durante cinco minutos que es el reflejo y lo convierten en densa niebla de una metro de altura para refrescar a los paseantes o a l@s niñ@s que quieran perderse entre ella.

Como no tienen metro, porque el suelo posiblemente no es rocoso, sino más bien arenisco, el medio de transporte, es el tranvía, los buses y las bicicletas, ya que el terreno es totalmente llano.

De ahí fuimos a visitar los famosos chateaux de Saint Emilión que deben su nombre a un ermitaño que se retiró a vivir en una especie de cueva y posiblemente una de las zonas donde se producen los vinos de más calidad de la zona, donde por cierto los castillos brillan por su ausencia, son casas solariegas o de campo convertidas en bodegas pero nada más, el pueblo que recibe este nombre es de estilo medieval, situado en una pequeña colina donde hay un cementerio excavado por los seguidores de este santo en una especie de galería o de catacumba, también construyeron una capilla monolítica en la que como los habitantes serían pocos o más bien escasos, entrarían casi a rezar por turnos.

Fuimos a visitar una de dichas bodegas, propiedad de un descendiente de nuestra patria no sé si navarro a aragonés, supongo que aragonés, porque comercializa un vino con el nombre de su padre o abuelo llamado Joseph Aragonés, el problema es que se apellidaba Puyol y claro los que pensaron mal, lo relacionaron enseguida con el ex honorable de catalunya, degustamos sus vinos que dentro de lo malo tenían un precio más o menos asequible a nuestros bolsillos y quien quiso compró alguna de sus botellas.

Después de comer en Saint Emilión, donde nos pusieron una comida casi de la época medieval o bastante peor, fuimos a visitar otra bodega donde se producen los vinos del priorato, llamados así porque se los vendían a unos monjes, bastante más caros y no de mucha mejor calidad, aunque los siguen recolectando de forma manual cosa que los encarece casi el doble, porque el aragonés, los recolectaba con una maquina prodigiosa que habrá amortizado con la primer cosecha y con un solo empleado las doce hectáreas que tenía.

Regreso al hotel de estilo victoriano en Burdeos, uno de la cadena Mercure y al siguiente día visita a la duna de Pilat en la zona de Arcachón, una de las más altas o la más alta de Europa a decir de nuestra guía y donde veranean algunos de los personajes más ilustres o famosos, rodeados o escondidos entre pinos madereros, fresnos y madroños, la duna es una gran montaña de arena, (aunque más que arena parecía harina por lo fina que era) con más granos de arena que habitantes tiene el planeta multiplicados por 1.000.000, siempre según mis cálculos grano más o grano menos, yo me traje unos pocos en mis zapatos para que no hubiera tantos.

Otro día y ya de regreso para atrás, visitamos Biarritz donde su playa principal, se convierte en la reina de las playas, visitada por reyes, gentelman o gentiles hombres y mujeres de nobleza y otros poderosos, donde el lujo y la extravagancia no tienen limites posiblemente, comimos en la terraza de un restaurant con vistas a una pequeña cala unos mejillones que parecian de roca exquisitos y a la plancha amén de otras cosas y montamos en su trenecito, visitamos a la Virgen de la Roca, porque está encaramada en lo mas alto de una de ellas, que bien podría ser la de Lourdes, la de Fátima, la Virgen Blanca o la del Carmen, pero que aquí se la llama así.

Nuestro siguiente destino era Donostia o un hotel situado a 10 km. de ésta y que recibe ese nombre precisamente HK10 cenamos en Donostia en una sociedad gastronómica, donde nos atendieron de maravilla y nos encontramos con otros compañeros que habían venido por su cuenta y pernoctamos en dicho hotel.

Al día siguiente visita al monte Igueldo, La Playa de la Concha y el casco histórico o antiguo, chiquiteámos por sus bares típicos, comimos en el hotel y regreso a nuestros puntos de partida.

Mi séptimo cielo estaba vacío, pero ya he llegado otra vez para ponerme en contacto de nuevo con esos pocos seguidores que tengo.

Portaros bien, sed buena gente y ayudaros unos a otros, divertiros, pasarlo bien y disfrutad, daros una escapada de vez en cuando y sed felices.

Un saludo.

Managuper.





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