COSAS DEL ÉBOLA, DÉBOLA Y OTRAS
Hoy no tengo nada preparado, así que dejaré que mis neuronas se
desparramen dentro de mi cabeza y a ver que sale de ellas, ahora que parece que
la crisis del ébola ya no nos afecta, porque esa persona que se contagió parece
que va superando el problema que se le presentó y que ha tenido a casi todo el
país al borde de una crisis mayor de la que todavía teníamos, por haber
repatriado a dos personas que se dedicaban a ayudar a los demás y los cuales al
final lo acabaron pagando con su vida.
Ahora dicen que nos está surgiendo otra aún mayor, que es esa del mal
llamado débola, bautizada así por algún gracioso o graciosa porque sentido del
humor en este país no nos falta y nos reímos hasta de nuestra propia sombra.
Dicen que dicha enfermedad se propaga no haciendo pago a las deudas que
tengamos y que es mejor decir: débola luz, débola comunidad, débola hipoteca,
débola contribución, débola póliza del seguro y todas aquellas deudas que
se tengan, así que como cunda el ejemplo y a la gente le dé por ponerlo en
práctica ya me diréis que va a pasar.
Que casi todas las compañías con las que tengamos deudas se irán al
garete y habrá que rescatarlas luego con los fondos públicos.
Pero…
¿Quién va a pagar para que se puedan rescatar?
Porque si los poderosos o los que más cobran no pagan porque eluden
impuestos, se llevan sus dineros a paraísos fiscales y la justicia no los mete
mano porque las leyes los protegen o amparan.
Y los pobres no pueden o podemos pagar, porque nuestra situación es
crítica, como en mi caso que antes era mileurista y ahora me han dejado
reducido mi pensión a una miseria inferior a ese ayuda social que algunos
perciben, porque mi ex me ha demandado dice que por incumplimiento de mi deber,
cosa que no es así, pero hasta que se celebre el juicio y pueda demostrarlo
esos señores o señoras que dicen imparten justicia, se han permitido el
bloquearme mi sueldo y dejármelo reducido a 300 euros mensuales, con lo cual no
me da ni para pagar la comunidad, la luz y otros menesteres.
Ya solo me falta acudir a un comedor social para que me den de comer,
menos mal que tenía algo de reserva, de lo cual tengo que estar viviendo y
gracias a eso puedo ir tirando.
Pero como las leyes en este país las hizo un gitano andaluz conocido
más bien como Alí Babá y los cuatrocientos ladrones refrendado por todos los
que les secundaron, que sus padres tenían un negocio de venta de vacas y que
nos dejó entrampados hasta las cejas a consecuencia de un pájaro que costó
460.000.000.000 millones de pesetas y que solo vuela entre Madrid y Sevilla.
Pues así nos van las cosas y nos luce el pelo (aunque yo ya estoy medio
calvo), ya puede el señor cirujano como yo le llamo a este que nos gobierna
ahora por lo de su apellido, sus recortes y sus gaviotas, que como nos
descuidemos un poco nos acabarán comiendo hasta las vísceras.
Aunque tenemos a alguien que nos protege, como si fuera una hermana
mayor porque su nombre empieza por Sor seguido de algo que antes se utilizaba
para llamar a las abuelas aya y uno de sus apellidos un rezo que así empieza,
que entre todos los de su partido por un lado y los de la oposición por otro la
acabaron jodiendo y la dejaron embarazada no sé si por obra y gracia del
Espíritu Santo de su marido o de algún otro, convirtiéndola en madre y que hoy
podríamos decir se ha convertido en la niña del señor cirujano, porque cuando
no está él, todo lo delega en ella.
Así que no tenemos nada que temer porque si el señor cirujano esta
interviniendo algún paciente, tenemos a esa especie de hermana mayor, abuela y
madre que nos protege y cuida de todos nosotros.
Esto solo son cosas que no tienen porque ser reales, puesto que son
producto de mi imaginación que me juega estas malas pasadas de vez en cuando.
Espero no ser juzgado por ellas.
Desde mi séptimo cielo, un día más, un cordial saludo.
Managuper.
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