MÁS COSAS DE ESE VIAJE A BURDEOS
Puede ser que las francesas sean buenas haciendo un francés, que debe
ser lo mejor que sepan hacer, pero en la cama a lo mejor no son tan buenas, me
remito a las pruebas de sus dos últimos o máximos dirigentes, que posiblemente
insatisfechos de sus parejas respectivas o cansados de que le hicieran mamadas
han decidido cambiarlas por otras, aunque sean nacionales o no, gente con más
mundo cansadas de probar con unos y con otros y con una experiencia
internacional que es lo que se lleva ahora.
No tenemos nada que envidiar a los gabachos en nada porque en este país
llamado España, ya tenemos de todo, desde las putas nacionales que según un
compañero de trabajo que tuve, decía que eran patrimonio nacional o esas
internacionales que tenemos ahora, venidas de todos los continentes para
ejercer el oficio mas viejo del mundo, además de los maricas gays y lesbianas
que tanto catalanes como madrileños se sienten orgullosos de tenerlos.
En cuanto a su gastronomía, tampoco tenemos que aprender nada o casi
nada de ellos, porque carecen de lo primordial, o sea ese oro líquido que nos
proporcionan nuestros olivos fuente de riqueza y de sabor, se alimentan con
productos del cerdo blanco, como jamón, beicon, salchichón, salchichas y otros,
aves como pollos, pavos o patos, arroces simples que no saben preparar,
naranjas, kivis y manzanas preparadas de diversas maneras, bien sea en tartas,
mermeladas, o al natural, patatas, huevos y pescados diversos y para usted de
contar, esto es fácil de apreciar, si accedes al mercado, donde tienen expuesto
todo lo que se consume para su venta.
El paté de canard, sus arroces simples con esas salsas de beurre con
especies, setas u hongos o sus patatas como guarnición, acompañando a esos
guisos y esos postres de manzanas, son el pan nuestro de cada día, un pan
moreno y correoso, que deja bastante que desear porque la harina no creo sea de
trigo precisamente, porque su blancura brilla por su ausencia, sino de maíz, cebada, centeno o arroz y por
último sus croissant, que para acompañar al desayuno, bien están.
¿Qué decir de sus afamados vinos? No es por desprestigiarlos, pero
cualquiera de los más corrientes de nuestro país, los supera en calidad con
creces, cualquier crianza también y si nos vamos a los reservas posiblemente no
nos quedemos por detrás de ellos y encima los tenemos más baratos.
En fin que les Enfants de la patrie, los tienen presentes en esos
monumentos que han erigido a su memoria y que son esos niñ@s que murieron en
las dos guerras y que te los encuentras por cualquier parte.
Del cardenal Richelieu, De Luis XIII, XIV, XV, y de Luis XVI a quien
ejecutaron en la guillotina, de Alejandro Dumas y su famosa novela inspirada en
esos años de estos dos primeros o sea su D’Artagnan y los tres mosqueteros o de Napoleón Bonaparte ese gran emperador, no
nos comentaron nada, solo nos limitaron su historia al duque de Aquitania y a Víctor
Hugo el autor de esa obra musical que nos están representando en toda España,
titulada los miserables y basada en la revolución francesa, porque tuvo la
ocurrencia de decir que Burdeos era una mezcla de Ámsterdam y Marsella, a quien
tienen dedicada una de sus principales calles.
Pero si hicieron la revolución francesa sería por algo y se me ocurre
pensar que a lo mejor fue para olvidarlos y para acabar con esa saga de reyes
llamados luises.
De todas formas ya os digo yo de antemano, que no debemos tenerles
envidia ninguna, porque creo estamos un poco mejor que ellos y los superamos en
muchas cosas, por lo menos en gracia y en sentido del humor que a eso no hay
quien nos gane.
El día que acabemos con los chorizos en este país, no con los que nos
sirven de alimento, sino con los otros, viviremos bastante mejor.
Habrá gente o compañeros que a lo mejor han sacado mejor concepto que yo del
país vecino, pero visto lo visto, me quedo con lo que tengo.
Nada puede ser real, porque todo es producto de una imaginación, la mía
que puede estar distorsionada o ver las cosas de distinta manera a como son en
realidad.
Desde mi séptimo cielo, un cordial saludo.
Managuper.
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