viernes, 24 de octubre de 2014

294 COSAS DE PODER, CLERO Y RIQUEZAS

COSAS DE PODER, CLERO Y RIQUEZAS 

No sé si seguir revolviendo la mierda de esos que se han dedicado a gobernar este país, la mayoría de los cuales deberían estar no digo metidos en la cárcel, porque quizás esa pena sea un poco leve, sino sometidos a trabajos forzados hasta que a base de sudor, esfuerzo y sacrificio devolvieran todo lo que se han llevado injustamente, no soy partidario de meter a nadie en la cárcel o de privarle de su libertad, porque lo primero que hay que ser es humanitario, aprender a respetar a nuestro semejantes y ayudarnos unos a otros, porque creo que si estamos en este planeta es para eso precisamente o para servirnos unos a otros.

Pero esa gran mayoría de los que se dedican a hacer política, una vez que llegan al poder se olvidan de todas sus promesas, de sus buenos hechos y de sus mejores palabras y hacen todo lo contrario a lo que deberían, son incapaces de conformarse con esos sueldos tan elevados que se ponen, caen en los vicios de la ambición, la avaricia, la fama y el poder y se olvidan de que si el pueblo los ha elegido, es para que cumplan lo que dicen o en algunos casos prometen.

Predicar es muy fácil y no hace falta ser cura para poder hacerlo, profesión que cada vez esta más devaluada, se conoce que el vaticano los paga poco o que los pocos o muchos feligreses que hay aportan poco a las arcas de la iglesia, ahora se ve que los predicadores de antes se deben haber metido casi todos a políticos, porque están mejor pagados, pueden enriquecerse antes y tienen mucho más poder.

Antes que el poder lo tenía el clero porque eran las personas que mayor nivel cultural tenían y muchas veces eran los consejeros de mucha gente que tenia poder a pesar de lo malos que fueran o pudieran llegar a ser, los cuales podían comprar su entrada al reino de los cielos donando sus riquezas a la iglesia y arrepintiéndose de todas sus maldades.

La prueba la tenemos que la mayoría de ellos están enterrados en catedrales, colegiatas, iglesias y conventos y si están ahí no era precisamente por lo buenos que eran, sino por otras razones bien distintas.

Hay catedrales cuyo suelo es un verdadero cementerio y si no se han enterrado más, es quizás porque llegó un momento que se le quedaron pequeñas.

Hoy en día no hace falta comprar el reino de los cielos, porque sus puertas están abiertas para todas esas personas que se dedican a ayudar a los demás, que no atentan contra la vidas de sus semejantes, que son buena gente, que no ambicionan y que no tienen envidias ni rencores.

Sed buenos un día más que eso no cuesta dinero y además os ayudara a ser más felices.

Desde mi séptimo cielo, hasta una próxima.


Managuper.

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