COSAS DE UN REINO
Si antes publico lo del Príncipe, quizás antes se hubiera producido la
abdicación de nuestro rey, también ha sido pura casualidad, que a los tres días
de publicarlo y sin tener conocimiento alguno de que esto fuera a suceder, se
haya producido.
Aunque en alguno de mis escritos anteriores ya había aludido a ello,
creo que nuestro rey se merece un merecido descanso.
Me parece muy bien que delegue en su hijo o su sucesor la corona, que
espero no sea de espinas precisamente, aunque según está el país y los
derroteros por donde vamos, todo puede suceder.
Hay personas que no ven bien que en este país, sea un rey el que nos
rija o gobierne, porque quieren ser independientes, pero si España es un reino,
lógicamente nadie debe de lograr esa independencia que algunos reclaman.
Si esos que viven en este reino de España, no están a gusto en él, que
se marchen de él y se vayan a colonizar alguna isla desierta o salvaje que
habrá en algún lugar de este planeta, donde nadie los moleste y que hagan de su
capa un sayo.
Yo no busque mi independencia, pero precisamente mi ex me la dió, por
lo que tuve que hacerme cargo de mi reino y gobernarlo yo mismo, la reina ser
marchó voluntariamente y esta viviendo con un lacayo o aldeano en una aldea,
fuera de mi reino.
Y el principito pues por ahí anda en un país extranjero perfeccionando
idiomas a la vez que trabajando, para poder ganarse el sustento, ya que aunque
yo sea rey, de mi casa naturalmente, y le ayude de alguna manera, no me puedo
permitir el lujo de costearle todos los gastos que esto conlleva.
Pues la reina me está comiendo la mitad o más de esos honorarios que
percibo como pensionista que soy, por veinte años de malos servicios que me
prestó como reina de mi trono y todo esto, después de haber cotizado durante
cuarenta y dos años y medio a la seguridad social.
Hasta que pueda divorciarme de ella y la destrone totalmente, para que
no pueda volver a este reino ni en fotografía siquiera.
Espero y deseo que el día que esto suceda, pueda recuperar todos mis
emolumentos si es que la justicia quiere ser justa conmigo.
Pero hasta final de año tendré que seguir aguantando, porque las cosas
de palacio (de Justicia), van despacio.
Desde mi séptimo cielo y como soy más monárquico que nadie, quiero dar
mi bienvenida al nuevo rey con un ¡Viva el Rey! Y que su padre disfrute de una
feliz jubilación.
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