TANTO MONTA, MONTA TANTO
Hoy viene a mi memoria un título que ni pintado para la ocasión, parece
ser que se le atribuye a esos reyes llamados católicos, llamados Isabel y
Fernando, que gobernaron este país durante 30 años, o sea desde 1.474 hasta
1.504.
No sé si estamos retrocediendo en las historia de los tiempos, o vamos
hacia delante, porque dicen que hay veces que la historia se repite.
Solo se va producir un cambio gerenacional de nombres, el de Isabel por
Leticia y el de Fernando por Felipe VI, pero seguro que las formas o costumbres
no van a variar mucho de las de aquella época, aunque un poco más evolucionados
(faltaría más)
Como podéis ver la I ,
se ha convertido en L o le ha salido un rabito y la F , sigue siendo F, a pesar de
que las que le precedan no sean las mismas, aunque con un grado mayor, o
elevada a su sexta potencia.
No sé como se van a repartir el reino o como lo van a gobernar,
lógicamente y por no ir contra natura, ella debería regir o gobernar el Norte,
por ser Norteña y conocer más a estas gentes con las que ha convivido, como
asturianos, gallegos, vascos y catalanes.
Y Él debería gobernar el centro por haber nacido en él, parte del este,
del oeste y todo el sur aunque no sea sureño.
O lo mismo lo echan a suertes, lo gobiernan a medias, se lo juegan a
los chinos, a las cartas, o vaya usted a saber lo que quieren hacer.
Yo a pesar de que soy muy monárquico, porque me convertí en el rey de
mi casa el día que mi ex me abandonó, porque no me quedó más remedio, así que
fui nombrado rey a la fuerza como se suele decir.
Pero sé muy bien como gobernarla y como regirla, para que no me falte
de nada, tener todos los caprichos y satisfacciones que me puedo permitir, así
como otras cosas que también debo hacer u obligaciones que tengo que cumplir,
si quiero que mi reino funcione correctamente.
Gobernar un país, no debe ser tan fácil, como gobernar una casa, pero
debe ser algo muy parecido, solo que a una escala mayor, con más familia,
porque hay más miembros, pero si todos contribuimos con nuestros impuestos a
que el reino, esa riqueza que generamos, la distribuya bien, no debería ser tan
difícil gobernarlo.
Solo hay que vigilar para que los ladrones, corruptos, evasores de
capitales o impuestos, paguen sus impuestos correspondientes y las arcas no se
vacíen, porque alguien se lo esté llevando a manos llenas.
Desde mi séptimo cielo, un cordial saludo para tod@s mis lectores.
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