viernes, 8 de noviembre de 2013

174 PENSAMIENTOS DE OTRO DÍA COMO EL DE AYER

174 pensamientos de otro día como el de ayer

Al decir esto, estoy diciendo, otro día oscuro y nublado, en el que apenas, hemos podido ver casi el sol, pues de mañana, ha estado lloviendo y no hemos podido ver a ese que nos alumbre o nos ilumina esa gran mayoría de los días.

Salió un ratito cuando regresaba de mis sitio del recreo, donde suelo ir casi todos los días para darme un baño, relajarme y  venir para casa nuevo, ese sitio es una piscina, donde suelo ir casi todos los días para no perder esa buena costumbre de darme un baño.

Tengo que deciros que no he mejorado mucho con respecto al año anterior, aunque he logrado batir mi propio record, pues el año pasado en cuarenta y cinco minutos que dura el baño, solía hacer 49 anchos por 25 metros y el 50 lo hacía fuera de tiempo casi siempre…

Este año, he logrado llegar a 52 largos dentro del tiempo reglamentario, que son 45 minutos, aunque hoy solo he logrado llegar a 50.

Otros días que me encuentro más descansado y que me esfuerzo un poco más, logro llegar a los 52, pero de madrugada, me desperté a las dos y ya no volví a pegar ojo.

Leí un rato hasta las cuatro de esta madrugada y luego volví a apagar esa luz de mi habitación y traté de volver a dormir, pero no lo conseguí, por lo que decidí hacer esos ejercicios mentales de los que os he hablado otras veces y cuando quise darme cuenta, eran las seis de esta mañana.

Me levanté para desayunar y una vez hecho esto, me volví a encunar.

A las ocho u ocho y cuarto, el sol se coló por mi ventana, cuyas persianas, siempre suelo tener levantadas.

Así que a esa hora decidí levantarme, pues tenía que hacer algunas cosas, entre ellas, era preparar un setas de pie azul que un buen amiguete había cogido el otro día encontrándose de caza, no mató nada, porque ese día los conejos, liebres, perdices y demás, habrían estado de fiesta esa noche y no se levantaron y aunque pasara a su lado, estarían bien camuflados y no se le puso a tiro ninguno.

Ya las había limpiado, por tanto solo era cocinarlas y eso hice, saqué plancha, le hice un machado de ajo, con sal, pimienta negra y blanca, aceite y zumo de limón y las fui poniendo encima, hasta que estas se fueron haciendo.

Las acompañé con unos taquitos de jamón que deposite en parte superior del recipiente donde las presente, y después de arreglar mi casa, tocar durante media hora el piano, hacer cama y demás, me marché al sitio de mi recreo.

Al regreso de este, ese que nos ilumina, se asomó entre las nubes o esos angelitos celestiales como yo los llamo y dejo ver sus rayos luminosos que eran esplendorosos.

Llegué a casa y me puse a preparar el primer plato, consistente en unas tencas que había cogido este verano y que tenía en el congelador de mi frigorífico, las había sacado el día anterior para que fueran descongelando.

Las salé y las freí con el aceite bien caliente en dos tandas y cuando llegó mi amiguete el pastorcillo, nos fuimos al lugar donde íbamos a celebrar esa comilona, saqué del frigorífico unos flanes de huevo en frío que había preparado el día anterior y nos dirigimos al lugar donde habíamos quedado citados.

Ya estaban todos los que habíamos sido citados menos uno por el que tuvimos que esperar unos minutos hasta que llegó.

Los comensales, éramos siete, empezamos con las tencas antes de que se enfriaran, tocamos a tres por cabeza y luego calentamos las setas de pie azul en un microondas mientras comíamos las tencas, había dos tapers de ellas y al final sobraron unas pocas, estaban muy ricas, pero es que posiblemente habría entre dos y tres kilos de ellas, por tanto nadie se quedó con hambre.

Después tomamos el postre que me quedo muy rico y suave, de este no sobró nada, porque mis amigos son un poco golosos, a excepción de mi pastorcillo que no le gustan las cosas dulces.

A continuación los que tenían prisa, porque tenían que hacer acto de presencia en casa a hora de comida, se marcharon y quedamos solo cuatro.

Acordamos tomar café y uno de los cuatro fue a un bar a buscarlos que trajo en una bandeja, los cuatro que quedamos decidimos echar una partida al tute y así lo hicimos.

Mi pastorcillo dio su opinión primeramente y dijo que debían jugar los dos mas viejos contra los dos mas jóvenes y entonces yo le corregí y le dije que lo correcto era que él jugara conmigo, aunque nunca habíamos jugado juntos y que los otros dos jugaran juntos, ya que son compañeros de juego y se conocen ya como juegan.

Acordamos jugar al tute a dos partidas de siete juegos cada uno, y el que primero hiciera dos era el ganador.

Le di unas ligeras instrucciones de cómo tenía que jugar, o sea primero los ases, después los treses, luego los reyes, caballos, sotas y demás y por último las pochas, intentado quitar siempre el cante, me entendió perfectamente.

Así lo hicimos, el primer juego íbamos por delante ganado 5 a 3 pero nos adelantaron y se pusieron 6 a 5 pero al final remontaos y ganamos 7 a 6.

El segundo no tuvo color, porque ya nos habíamos compenetrado mi pastorcillo y yo, así que los ganamos 7 a 3.

Pretendían que echáramos una tercer partida y que nos jugáramos honrilla en esa tercer partida, pero yo que soy muy cuco, después de haber ganado, pensé y me dije: lo que hemos ganado ahí ha quedado demostrado, no tengo por qué dar más lecciones.

Así que no hubo tercera partida y si se hubiera echado habría sido totalmente nueva.

Los invitamos a un chupito en un bar y no nos ensañamos con ellos, quiero decir que no echamos más leña al fuego.

Ya habían sufrido bastante con esa derrota que recordarán siempre.

Si quieres vencer a tu enemigo, no lo humilles ante los demás, demuéstraselo en privado, sin testigos y ellos solos si son españoles cantarán.

Luego fuimos a ver a otro buen amigo, que nos puso un aperitivo de merluza con almejas, al estilo marinero al cual nos invitó.

De tarde paseo con mi amigo pastorcillo que vino a buscarme cuando llevaba escrita media pagina de este relato y ahora lo estoy concluyendo.

Y sin más historias que contar en el día de hoy, aunque os voy a contar unos chistes que me contó un buen amiguete hoy en piscina.

¿Sabéis que similitud o parecido hay entre el Príncipe Felipe y el Real Madrid?, que los dos se quieren joder a la Leti, el Príncipe a su Leti-cia y el Real Madrid al Atlétic-o de Madrid.

O este otro que va de lo mismo:

Semejanza o parecido entre una calculadora y un rollo de papel higiénico: que con las calculadoras se pueden hacer cal-culos y con el higiénico se limpian muchos culos.
Ayer una buena amiga de esa piscina donde me voy a relajar y descansar, al salir de ella, me ofreció una castaña de esas de comer, que yo rechacé sin más, diciéndole: no es esa la castaña que yo necesito, sino otra bien distinta.

¡Sonrisas! ¡ja! ¡ja! ¡ja!...

 Sed buenos, felices y disfrutad con estas historietas reales que os suelo contar.

Managuper.






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