domingo, 24 de noviembre de 2013

190 AGRADECIMIENTO AL S.T.M.A.

190 Agradecimiento a Servicio Territorial de Medio Ambiente

Expediente sancionador en materia de Pesca nº SA-PES 90/2013

Dicen que es de bien nacidos, el ser agradecidos, por tanto no me queda más remedio que hacerlo y descubrirme ante la decisión tomada por Junta de Castilla y León y casi felicitarles por el asunto referenciado más arriba, no porque no me hayan sancionado, sino porque creo que han decido tomar la decisión mas justa o acertada, ya es hora de que alguien con un poco de cordura haya sabido analizar las cosas desde un punto de vista objetivo e imparcial, aunque el beneficiado haya sido yo en este caso.

Hay veces que me gusta someterme a este tipo de pruebas y quizás ha sido eso lo que hecho para ver si era juzgado por algo que yo no consideraba un delito al haber devuelto, las tres capturas realizadas que devolví a su hábitat natural, en presencia de esa persona que me sanciono, el cual estaba cumpliendo con su deber y que una vez que las devolví me dijo si quiere usted alegar algo puede hacerlo.

Pero yo no suelo ser instantáneo, primero pienso las cosas y luego tomo las decisiones que tenga que tomar y una vez hecho esto, si hace falta revuelvo Roma con Santiago.

Dicen que la mejor defensa suele ser un buen ataque, yo de ajedrez, no tengo mucha idea, se los movimientos básicos de las piezas y a lo mejor no todos, lo del enroqué y otras jugadas, no lo tengo muy claro, porque la verdad es que juego de muy tarde en tarde y las cosas sino se practican, o no se aprenden bien desde el principio, te pueden llevar a cometer errores garrafales que te pueden llevar a perder la partida.

Pero estamos hablando de pesca y no de ajedrez, por tanto vamos con esta materia y lo que quiero expresar:

Cuando me inicié en el arte de pesca siendo un niño, yo no tenía caña de pescar, ni carrete, solo una caña de esas que puede crecer en algún humedal, posiblemente la más larga que hubiera, a la que mi padre me enseñó a atar un trozo de cuerda fina o de ese cabo que el utilizaba para otras labores, un trozo de hilo resistente, que a lo mejor untaba con cerote o sebo, y un trozo de corcho a modo de veleta para que su consistencia, se hiciera mas resistente al agua y un alfiler que mi padre doblaba con unos alicates a forma de anzuelo, por tanto carecía de arpón.

Me enseño a cebarlos con miga de pan y a echar el anzuelo donde los peces se arremolinaban en busca de comida, a lo mejor no conseguía sacar muchos, pero mientras mi madre lavaba la ropa a mano de toda la familia, yo me distraía de esta manera.

¿Qué pescaba?, pues cachos, gallegos, bogas, bermejuelas o cormillejas, algún barbo a lo mejor pequeño y para usted de contar, para mí solo eran peces, pues no sabía ni su nombre, aunque mi padre me los fue enseñando poco a poco y los fui aprendiendo.

Entonces no había limite de capturas ni medidas que yo recuerde o si existían leyes al respecto las desconocíamos o nunca nos llegaron a sancionar por ello.

Entonces ya existía el furtivismo, porque en algunas charcas que mi padre repoblaba con tencas cuando íbamos para ver si se habían reproducido o las había, alguien que utilizaba trasmallos o redes había dejado la misma limpia, estos lo sabíamos por las ovas que muchas veces había en sus orillas.

Serían alrededor de los años cincuenta y seis o menos, porque yo con nueve años, ya me internaron en un colegio y dejé de hacer todas estas actividades.

Pero nunca he perdido la afición por seguir practicando este deporte.

Mi padre se dedicaba al pastoreo y era un verdadero artesano y algo más, porque sabía hacer muchas cosas.

Dicen que el que trabaja con las manos es un artesano, el que emplea manos y cerebro un artífice y quien labora o trabaja con manos, cerebro y corazón un artista, por tanto me quedo con esta última definición para calificar a mi padre.

Hay gente que piensa que los pastores son analfabetos, pero nada más lejos de la realidad, los analfabetos son los que así lo piensan o creen.

Tengo varios amigos que han sido en una etapa de su vida, porque los tiempos le obligaron a ello o a ser pastorcillos y me encanta hablar con ellos y compartir buenos ratos, por eso cuando voy al campo y me encuentro con alguno, siempre me intereso por saber cosas y hablar un rato con ellos.

Pero estamos hablando de pesca y se me va la mente hacia otras cosas.

Quiero decir que si medio ambiente hubiera seguido en sus trece y me hubiera hecho pagar la sanción que pretendían ponerme, por haber tenido tres tencas en mis manos que no daban esa medida reglamentaria y que devolví a su charca, les hubiera seguido atacando, porque tenía guardadas muchas balas en la recámara para seguir disparando.

No sé si son ustedes los que han repoblado esas charcas con ellas, o han sido otras personas las que se han arriesgado a hacerlo, yo no voy a tirar piedras contra mi tejado porque podría ocasionarme goteras, solo diré que alguien me dijo que en esos charcones las había y el año pasado fui para comprobarlo.

Alguien me sugirió que estas provenían de una gravera que taparon en Nuevo Naharros en una explotación de Áridos Salamanca y que sino han sido ustedes los que las han echado, habrán sido otras personas, con el consiguiente riesgo que esto supone, porque yo sé que eso no se puede hacer.

Así que termino como empecé este escrito o diciendo eso de es de bien nacidos el ser agradecidos, aunque sea repetitivo.

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