184 Tema de hoy: el infierno o el paraíso
Tema complejo y delicado el que traigo hoy a la palestra, pero es conveniente hablar de todo un poco, así con mis pequeños conocimientos y casi sin preparación alguna, porque hasta que no he abierto estas páginas o mejor dicho las de ayer, no me acordaba de ni del tema que tenía pensado hablaros.
Antes de seguir adelante con el tema quiero hacer un pequeño matiz a lo publicado ayer, como de por qué le pongo el título de nada a esa canción de gaia, del Mago de Oz, de la que pretendo alguien haga un versión nueva, le pongo este título porque si os dais cuenta, antes de ser algo en esta vida, o esa semillita que brota o florece en el vientre de una madre, por una descarga de energía de esa persona que la pone, o de ese Espíritu Santo, o cerebro que en forma de falo o pene se mete en ese agujero negro o creativo que poseen las mujeres, o de su inteligencia como también los suelo llamar, no somos nada, absolutamente nada.
Esto es así de sencillo y no hay que darle mas vueltas, ahora viene la segunda parte, ¿Qué somos después de muertos?, posiblemente nada, o más sencillamente un recuerdo, un pensamiento, una memoria, que puede permanecer durante algún tiempo, memorial o inmemorial en esos familiares o descendientes que hayamos tenido o tengamos, pero nada más, esto también es así de sencillo y de claro, tampoco necesitáis descabezaros mucho para comprenderlo.
Hechas estas aclaraciones podemos meternos de lleno en el día de hoy. ¿Existen realmente el infierno o el Paraíso? Sin meterme en Google o preguntarle a su señora Wikipedia, me atrevería a confesaros que sí, yo no se lo voy a preguntar, porque la respuesta os la voy a dar a continuación, aunque hierre en la misma y a lo mejor no compartáis mi opinión.
Por lo poco que he vivido y aplicando el sentido de mi lógica como suelo hacer con casi todas las cosas, os puedo asegurar que ha habido una época de mi vida, que la convertí en un verdadero infierno, dicha época puedo situarla sobre finales del siglo pasado y principios de éste, pues pasaba de uno a otro quiero decir del infierno al paraíso con la misma facilidad que el que pasa de la luz a la oscuridad.
Meteros en una habitación a oscuras, tened un interruptor cerca para que podáis encender o apagar la luz de la misma cuando vosotros queráis o a vuestro antojo y capricho por así decirlo.
Cuando os encontréis a oscuras, pensad en todas las cosas que habéis hecho mal, los malos pensamientos que hayáis tenido, los rencores que hayáis sentido o sintáis hacia vuestros familiares, amigos o semejantes en esas cosas que por odio, ambición o maldad estéis haciendo mal (cuando estáis pensando esto, lógicamente es como si estuvierais en el infierno).
Encended la luz de esa habitación y ved las cosas de manera distinta, quiero decir analizad todo lo bueno que hayáis hecho, por vuestra familia, amigos, semejantes y demás, os sentiréis reconfortalezídos, felices y satisfechos de saber que estáis contribuyendo a que este planeta que poblamos vaya hacia el buen camino.
No miréis a esos que son avaros, envidiosos o que sencillamente se creen superiores a los demás, porque gozan de una posición mejor, que a lo mejor no han logrado con su propio esfuerzo, sino con el esfuerzo de los demás.
A la larga estas personas, son dignas de lástima, porque esos egoísmos, avaricias, envidias y demás, solo les llevan, a que se produzca un vacío en su interior que no saben como llenar.
Y suelen caer en placeres excesivos, como lujos, sexo, drogas, alcohol, fama y otros y acaban malgastando su vida antes de lo que a lo mejor piensan.
Yo habré cometido errores como muchos de todos vosotros, pero siempre hay tiempo para poder rectificar y plantearse o decir sencillamente voy a cambiar, porque esto que estoy haciendo no me satisface.
Y ponerse a hacer cosas mejores en beneficio de todos los demás.
Hoy me acusaba un amiguete de algo que no debería haberlo hecho, porque yo lo único que he hecho ha sido pagarle con la misma moneda que un buen día el me pago, para que se diera cuenta que el fallo fue primero suyo.
No paso nada porque seguimos siendo buenos amigos y le aprecio lo mismo que el me aprecia a mí.
A mí no me importa que alguien me diga o me corrija, ¡oye que esto que estás haciendo lo estás haciendo mal!, sencillamente me paro analizarlo, lo pienso y si donde digo Diego tengo que decir digo, pues lo hago y no pasa nada, pido las disculpas correspondientes y ya está.
Como ser humano que soy y uno más de todos esos que poblamos este planeta, también tengo derecho a equivocarme.
He cometido muchos errores a lo largo de esta mi corta vida, que espero poder seguir alargando por algún o mucho tiempo más y también espero que esas personas, a las que a lo mejor he juzgado mal o no he sabido querer. Me sepan perdonar.
Otra cosa es que los utilice para hacer una gracia, como he hecho el otro día con esos compañeros a los que he llamado Doctor Infierno o Diablo, o ese otro al que llamo Frankenstein, o el otro al que llamo papá Clemente, Rey Pasmado etc. Pero son sobrenombres que yo no les he puesto o quizás a alguno sí.
Seguro que ellos también me tienen puesto alguno a mí.
O si no me lo tienen puesto a raíz de todas estas chorradas, verdades, mentiras, pensamientos, fantasías y demás, me lo pondrán, pero si no me leen, porque yo se que no lo hacen, no se pueden enterar.
Así que como dice ese dicho popular, medio mundo se ríe del otro medio, pero yo voy a intentar por lo menos reírme del mundo entero, o mejor dicho, que ese mundo entero se ría conmigo. ¡Ja!... ¡ja! … ¡ja!...
Reíros, sed felices y disfrutad, porque esta vida es más breve de lo que podemos imaginar, y vivid en este Paraíso que es España, porque no hay otra igual.
Algún día, esos que no quieren estar en ella, o se quieren independizar se tendrán que marchar, o tendrán que desistir, porque no lo van a lograr.
Desde este séptimo cielo donde habito, un abrazo para toda la humanidad.
Managuper.
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