miércoles, 27 de noviembre de 2013

194 COSAS DE MI PASTORCILLO Y MIAS

                                                      194 Cosas de mi pastorcillo y mías

Acaba de comenzar un nuevo día, pues hemos pasado un poco de las veinticuatro horas que indican el comienzo de ese nuevo día.

Pero hoy no me apetece el irme a dormir a esa hora que tengo fijada o como norma para irme a dormir y prefiero descargar mis neuronas en estos folios en blanco, posiblemente cuando lo haga dormiré más tranquilo.

No tengo nada importante que contar, porque el día ha transcurrido normal y no ha habido grandes acontecimientos.

Esta tarde me vino a buscar mi pastorcillo, al cual encomendé una misión que ha cumplido perfectamente, según me ha informado.

Luego hemos dado un paseo como solemos hacer la mayoría de los días y hemos hablado largo y tendido, de todo aquello que nos traemos entre manos, pero tiene algunas dudas respecto a algo que no es cierto, porque la gente le sonsaca y mete cizaña donde no debe hacerlo, pues le cuentan cosas que no son ciertas.

Yo le digo que no le engaño, pero el tiene sus dudas, respecto a las mentiras que la gente le cuenta, prefiere creer o confiar más en los demás casi que en mi mismo.

Normalmente lo compartimos casi todo, pero no se fía de mí porque esas malas personas que tienen envidia de que seamos amigos, le malmeten y le cuentan cosas que no son ciertas.

No sé que puedo hacer para convencerle de que lo que le cuentan no es nada cierto, pero los envidiosos o esos que desean que dejemos de ser amigos, son así de malos y se inventan historias que no son nada ciertas.

Sé que aunque se lo dé por escrito sigue teniendo sus dudas al respecto y no puedo hacer otra cosa que llamar a las personas implicadas para que le cuenten la verdad de todo.

Así que me lo estoy pensando y posiblemente me veré obligado a hacerlo para poder demostrarle que son falsos bulos.

Espero que el día que se lo pueda demostrar con los hechos, llegue al convencimiento por sí mismo de que no le estoy engañando.

Pero claro las mujeres que hemos compartido y otras que no lo hemos hecho, son egoístas y malas también, unas por recelos y otras porque me han propuesto cosas que yo no he querido aceptar, ya que considero que si es él quien me las facilita, debe ser él el primero en conocer las propuestas que me hacen.

Una vez que he descargado mi conciencia, me marcho a dormir tranquilamente y espero que mañana cuando le lea esto que he escrito, se le disipen todas las dudas.

Managuper.

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